Si estás cansada, si te duele algo, si estás estresada o discutiste con alguien... no te preocupes. Existe la forma perfecta de barrer todas esas energías negativas y eliminar ese estrés agobiante: un buen baño.
Aunque parezca una obviedad, muchas de nosotras minimizamos los beneficiosque podemos obtener de una ducha caliente, unas pocas sales y unas gotas de aceites esenciales. 4.500 años a.C. ya se conocían las bondades de la «terapia del agua».
Es que, sin dudas, bañarse tiene poderes mágicos y para demostrarlo pensamos 5 consejos sencillos que puedes poner en práctica en ese momento del día. Descúbrelos a continuación:
1# Ejercita tu cuerpo antes del baño
Si eres una amante del fitness, ve al gimnasio, a tu clase de baile o de zumba y libera todo el estrés acumulado en el día. Apenas llegues a tu casa, toma una ducha caliente. Verás lo bien que se siente ese calor sobre los músculos que tanto han trabajado (ni que hablar si sufres de calambres). Al baño tradicional puedes agregarle algunas sales de eucalipto y lavanda que te ayudarán a seguir desintoxicando tu cuerpo y además humectarán tu piel.
2# Asegúrate de que la temperatura del baño sea justa
La temperatura ideal para un baño reconfortante es de 2 °C más que la temperatura normal del cuerpo; es decir, 39 °C. Un estudio realizado en Japón demostró que tomar una ducha caliente durante 10 minutos mejora la salud del corazón. Además, siempre es recomendable evitar un «shock» de agua fría que puede ponerte de muy mal humor.
Para asegurarte de que la temperatura sea la adecuada, coloca la muñeca en el agua de la ducha o de la bañera antes de meterte. Los baños calentitos ayudan a liberar toxinas, a recuperarte de los resfriados, a abrir los poros y a aliviar los dolores de articulaciones.
3# Utiliza aceites esenciales
El hecho de percibir ciertos aromas estimula una zona del cerebro que es la encargada de controlar las emociones. Por esta razón, se aconseja utilizar aceites esenciales durante el baño. Cada combinación de aromas tendrá determinados beneficios, así que elige aquellos que ayuden a relajar tu cuerpo y a calmar tu mente. Luego añádelos en la bañera cuando esté llena por la mitad. Si no tienes bañera, puedes colocar unas gotas de aceite en el piso de la ducha.
El cardamomo y la salvia son nuestros favoritos porque estimulan el amor propio y la autoestima y promueven la paz mental.
4# Regálate unos masajes
Quizás no estás acostumbrada a dedicarle más de 5 minutos a la ducha diaria pero considera reservarte algunos más para hacerte un regalo gratuito y sumamente gratificante: unos masajes.
Los masajes ayudan a remover las células muertas de la piel y mejoran la circulación sanguínea. ¿Por qué esperar a conseguir una cita de un masajista si puedes hacértelos tú misma? Aprovecha el momento del baño y disfruta de ese placer.
5# Continúa con la relajación
Si haz tomado en cuenta los anteriores consejos y te sientes realmente de maravilla, entonces permítete otros minutos fuera de la ducha para seguir relajando tu cuerpo y aquietando la mente antes de ir a dormir. En vez de revisar el celular o mirar la computadora, envuélvete en tu bata favorita y lee un libro, toma un vaso de agua, o aplica unas gotas de aceite a tu cabello. Alejarte de la tecnología en las últimas horas del día es, sin dudas, una fórmula imbatible para despertar renovada y serena el día siguiente.
Un buen baño puede ayudar a relajarte por completo y a aquietar tu mente durante un tiempo. Este relax también ayudará a aliviar los dolores que puedas sentir en alguna parte del cuerpo. Podríamos decir que el baño es una medicina sensacional. Esperamos que pongas en práctica estos consejos y que disfrutes del mejor baño de tu vida.
