El hombre falleció a los 73 años a causa de cáncer renal y fue colocado en una cápsula especial tras aceptar una generosa oferta de la empresa 'Life Extension Society', por ser la primera experiencia criónica en el mundo.
Horas después de su muerte, los científicos inyectaron en su cuerpo sulfóxido de dimetilo, una sustancia química que creían, ayudaba a preservar los órganos y tejidos. Posteriormente lo congelaron con hielo seco y lo sumergieron en nitrógeno líquido.
Aunque 50 años después Bedford permanece congelado en la fundación Alcor Life Extension, se trata de todo un símbolo e incluso la comunidad criogénica celebra el 'día de Bedford', cada 12 de enero en su honor.
Con información de Cnet.