CIUDAD DE MÉXICO.- En la cinta, dirigida por James Foley y que se estrena mañana en México, los personajes, encarnados por Jamie Dornan y Dakota Johnson, reconectan de nuevo y se topan con Elena Lincoln (Kim Bassinger), una mujer que fue pieza fundamental en el crecimiento del magnate y en su despertar al erotismo.
El encuentro con ella se da en el baile de máscaras que organizan los padres de Christian, Carrick (Andrew Airlie) y Grace Grey (Marcia Gay Harden), y al que la protagonista llega seducida por el deseo de no dejar de pertenecer al hombre que la enloquece.
“En un cuadro perfecto, si hablamos de una relación como la de ellos, la negociación es el elemento fundamental para que los dos funcionen. Se desean, se quieren, se cuidan, se interesan uno por el otro, pero no existe mayor gancho para entrar a lo desconocido que la curiosidad y la vulnerabilidad del ser humano. Y eso sucede con Anastasia”, puntualiza Foley, en entrevista desde Los Ángeles.
Al avanzar la historia, los personajes van descubriendo su propio yo y, cuando la pareja se enfrenta a una situación desastrosa, aparece la palabra a la que los dos le tenían miedo: “amor”.
“Es un hecho que ninguno de los dos querían involucrarse al cien por ciento con el sentimiento, con la sensación de pertenecer al otro y no dejarlo ir, pero ambos son humanos y, aunque dicen que practican sexo sin compromiso, terminan cayendo en esto del todo”, apunta E. L. James, autora de las novelas en las que se basa la cinta.
La pareja, que nació de la imaginación de la escritora, se topa con prácticas íntimas aún más fuertes.
“Anastasia representa el feminismo, la inocencia y la virtud, mientras que Christian Grey es el personaje opuesto, el extremo de los polos y es quien pertenece a un mundo alterno que existe en la realidad, pero puede ser escandaloso según sus creencias”, señala la autora en enlace telefónico desde Londres.
“El mundo de Anastasia es representado por la novedad. Le atrae lo desconocido, ese mundo sexual alterno que ofrece un placer distinto a lo tradicional: juguetes, sadomasoquismo, fetichismo, filias, temas que existen, pero que todavía pueden ser tabúes en muchas sociedades”, añade Foley.
