No juzgues a tus compañeros y entiende algunas de las posibles razones por las que prefieren mantenerse lejos de estos eventos.
Queridos Godínez, ha llegado ese momento incómodo del año donde se hace el sorteo de papelitos para ser parte de uno de los pocos eventos (por no decir el único) donde tienes que convivir con todos los integrantes de tu oficina y aprenderte sus nombres: los intercambios.
Es posible que seas de los que ama participar en este tipo de actividades que tienen como objetivo unir al personal de las oficinas; sin embargo, existen personas que definitivamente odian este tipo de situaciones, y no porque detesten la Navidad, sino porque existen muchos factores que te hacen desistir de participar y ojo, por no hacerlo tampoco significa que seas apático, y se debe respetar tu decisión.
Si eres de los que cree que aquellos que no participan son lo más detestable del mundo, aquí 7 razones para que puedas entender su ausencia en este tipo de eventos:
1. Darle a quien no te cae bien
Este es uno de los principales factores por el que muchos se abstienen de entrarle al intercambio. Y es que en serio, invertir dinero en alguien que no te agrada cuesta trabajo y más porque por lo general, no conocemos bien a las personas que nos desagradan o bien, que esa persona que no te pasa te dé un regalo que nomás no te va a gustar… ¡Pasa!
2. Se vuelve una obligación
El regalar algo debe ser desinteresado, nacido del corazón… ¿O no?
3. Que pongan precio de los regalos
Se supone que esto es para evitar que a uno le regalen chicles y a otro un reloj. Sin embargo, el hecho de ponerle precio a los regalos ya se vuelve un rollo más incómodo, ya que en lugar de matarte buscando el regalo de quien te tocó, mejor le das una tarjeta de regalo y que compre lo que se le dé la gana, por lo que pierde sentido.
4. Sí, hay muchas personas encajosas
¿Tenemos que profundizar en este punto? Existen personas que no les importa rebasar por unos 50, 100 pesitos el costo ya establecido de los regalos… Aunque bien, también existen personas que piden algo descontinuado e imposible de encontrar.
5. Te esfuerzas por comprar el mejor regalo
Una vez que ya sabes de cuánto será y a quién se lo darás, es clásico que te esfuerzas por conseguir el detalle ideal. Y no está mal, solamente que pierdes mucho tiempo por ser el “queda bien”, sobre todo si te tocó el jefe.
6. Tu regalo no siempre es lo que esperas
Por alguna extraña razón, siempre te regalarán algo que no te encante. ¡Ley de vida!
7. Fingir que te gusta
No puedes quedar mal entre tus compañeros de oficina, así que te conviene fingir que tu regalo del intercambio es lo mejor que te ha pasado en toda tu vida. Y si no eres un maestro de la actuación, estás perdido.