Legisladoras se inconformaron con la exclusión del dictamen que garantiza el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo derivado de una violación sexual.
La rebelión de las diputadas en la tribuna de San Lázaro resume la mejor y la peor noticia en torno a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
La inédita escena ocurrió el jueves 9 de marzo, cuando legisladoras de la mayoría de las fracciones se inconformaron con la exclusión del dictamen que garantiza el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo derivado de una violación sexual.
Fue una protesta elocuente y significativa porque de manera espontánea, representantes del PRI, PRD, Morena, Movimiento Ciudadano, PVEM y Nueva Alianza reclamaron la omisión en la orden del día.
De manera valiente, la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, la priista Laura Plascencia, reclamó que se hubiera eliminado de la agenda el debate y la votación de la reforma que obligaría a los municipios a cumplir con la Norma 046, es decir, a brindar el servicio médico que incluye la toma de la pastilla del día después a las víctimas de una violación sexual.
El cambio que se quedó pendiente corresponde a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
“No podemos seguir negociando en la legislación mexicana qué derechos se incluyen y qué derechos no se incluyen para las mujeres”, reclamó la priista.
La sesión era conducida por la panista Guadalupe Murguía, presidenta de la Cámara, quien en consonancia con la visión retrógrada que su partido tiene en materia de derechos reproductivos, en ningún momento tuvo una expresión de solidaridad con las agraviadas.
Sin embargo, el enojo y la tristeza que públicamente manifestó sentir la diputada Plascencia encontró eco inmediatamente en otras bancadas.
Candelaria Ochoa, de Movimiento Ciudadano (MC), resumió el tamaño del agravio: “Esos que ayer decían que nos mandaban una flor y que además nos felicitaban, hoy no están votando a favor de los derechos de las mujeres”.
Mirza Flores, del mismo partido, responsabilizó a los coordinadores del PRI, César Camacho, y del PAN, Marko Cortés, de haber negociado que el tema no se abordara en la sesión.
Los aludidos justificaron el torpedeo de una discusión que debía darse al margen de sus consideraciones. Alegaron que faltaba consenso. Falso: en la Comisión de Igualdad de Género la reforma se aprobó por mayoría.
¿Acaso los acuerdos parlamentarios de las mujeres valen menos?
Solo un varón se sumó abiertamente a la protesta de las féminas parlamentarias: el coordinador del grupo de MC, Clemente Castañeda.
Por el PRD, entre muchas otras, levantó la voz la diputada Cecilia Soto, quien recordó que anualmente hay 900 mil violaciones de adolescentes y niñas y que sólo 5% llega a tribunales.
De ahí la relevancia de la reforma en cuestión, porque busca que la Norma 046 no se evada más en los municipios, expuso la excandidata presidencial.
Cecilia Soto lo dijo claro: la oposición al dictamen es porque dicha norma garantiza el derecho de la terminación legal de un embarazo, cuando éste es consecuencia de una violación.
La legisladora perredista advirtió que de persistir esta obstaculización, podrían acudir a otras instancias para hacer valer los derechos políticos de las diputadas.
Cuando los reclamos subían de tono, Araceli Damián, de Morena, se encargó de enfatizar que el regateo procedía del PAN y cuestionó a la presidenta de la Cámara el comportamiento de su partido.
Para entonces, en un hecho acaso sin precedentes, las priistas se sublevaron y se sumaron a los gritos de “¡Hoy, hoy, hoy!”, “¡Derechos, derechos!”, “¡Que se vote, que se vote!”, “¡Fue el PAN!”.
Varias legisladoras improvisaron cartulinas: “No queremos flores, queremos nuestros derechos”, “Basta de mocherías contra el derecho de las mujeres”.
Hubo priistas más osadas que subieron a la tribuna para ventilar su coraje con sus compañeras de la oposición: Mariana Benítez, Sylvana Beltrones y Carmen Salinas.
Esa rebelión orilló a los coordinadores de las bancadas a tomar un receso de una hora y comprometerse a desahogar el dictamen el próximo martes.
Así que el próximo 14 de marzo sabremos si el Congreso es capaz todavía de retomar el derecho a la interrupción legal del embarazo, el mismo que ahora se niega en 20 estados de la República.
Pero por lo pronto, el tema dejó la congeladora y tenemos noticias.
