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Coahuila

Abandonan casas por plaga de serpientes

Dina Flores
Por Dina Flores - 29 mayo, 2017 - 03:27 a.m.

Luego de que el municipio quitara la maleza del lugar

CASTAÑOS, COAH.-Caro les salió a los habitantes de la colonia Jesús María Rangel ubicada al poniente de la ciudad la limpieza de terreno que llevó a cabo el personal de Obras Públicas, porque ahora las casas están plagadas de serpientes y toda clase de alimañas que no dejan vivir en paz a los vecinos.

Ante esta situación han optado por abandonar sus viviendas dejando parte de su patrimonio, pues puede más el temor de ser atacados por las alimañas y no poder llegar a tiempo al hospital más cercano que les queda a casi cuatro kilómetros de distancia.

No conforme con eso los medios de transporte más cercanos que tienen ubicaron la última parada de camiones a casi 300 metros de distancia; servicio por demás irregular ya que es a criterio de los choferes llegar hasta el último punto o devolverse, todo depende de la demanda de pasajes que tengan.

Nuestro sector es el más olvidado, por eso estamos a expensas de los animales, y las autoridades municipales en su afán por apoyarnos vinieron a limpiar el monte que nos rodea pero eso fue peor porque las víboras salen de todos lados y se meten a las casas, las hemos sacado de los roperos, de debajo de las mesas los muebles, entre la ropa, los alacranes se acomodan en las playeras y pantalones dando buenos sustos a la familia, pero todo se debió a que vinieron a limpiar y con estos calores los animales buscan la sombra”, dijeron Elvira Cruz y Sandra Luz Montelongo.

Dijeron que al no tener a donde más irse se quedaron en casa y que les resulta más caro porque además de la incertidumbre latente debido a tanto animal ponzoñoso, no cuentan con los servicios básicos como la energía eléctrica por la que tienen que pagar más de 400 pesos cada dos meses al dueño de la mufa que se las pasa.

Al ser seis vecinos los que habitan en este momento, al dueño de la luz le pagan 2 mil 400 pesos, pero el riesgo de la “pasada” de la luz corre por cuenta de ellos ya que constantemente tienen que revisar los cables que están semienterrados en el monte para ver si no están rotos, mordidos o cortados ya que eso pondría en riesgo a todos.

Otro de los problemas que tienen es la falta de agua potable porque la red aún no se extiende hasta donde ellos viven, pero tienen el inconveniente de que las pipas van cada diez días o hasta que los vecinos van a pagar al Municipio los 62 pesos que les cobran por el llenado de las piletas y recipientes.

Las vecinas señalaron que ellas no pagan por litros ni por pipas, solo por el llenado de los recipientes que tienen, por lo que desconocen eso de las tarifas pues lo que quieren es que les llenen los recipientes para el aseo de su casa y la preparación de los alimentos.

Esto último a riesgo de que enfermen debido a que hasta allá no llega la venta de agua purificada.

Sin embargo reconocieron que las patrullas sí llevan a cabo sus recorridos de manera frecuente y que incluso los elementos policíacos se bajan para preguntarles si tienen alguna queja o denuncia para atenderlos.

La colonia Jesús María Rangel tiene aproximadamente veinte años de comenzar a poblarse a raíz de la venta económica de predios, que fueron aprovechados por una gran cantidad de habitantes pudientes y otros no tanto, que se animaron a vivir en ese sector, sin embargo la falta de servicios aunado a las condiciones salvajes que privan ante la proliferación de animales ponzoñosos y el poco apoyo de las autoridades Municipales.

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