Saltillo, Coah.- Una caja de madera con cenizas, fue el centro en el funeral del padre Joaquín Hernández Sifuentes, asesinado el tres de enero, reportado como desaparecido y encontrado el jueves 12 en una brecha del municipio de Parras.La capilla principal del Seminario Diocesano, ubicado al norte de Saltillo, fue ocupada desde el mediodía por sacerdotes de la diócesis, quienes oficiaron varias misas y dirigieron mensajes hacia los familiares, la feligresía y la propia comunidad religiosa.Desde el mediodía, cientos de fieles acudieron a despedir al sacerdote, quien era encargado de la parroquia del Sagrado Corazón, en La Aurora, en cuya casa parroquial encontró la muerte la madrugada del tres de enero.
Los estudiantes del seminario se convirtieron en los anfitriones, quienes recibían con saludos y abrazos a los feligreses, compartían las condolencias y los despedían al final de los servicios religiosos.
El padre Hernández Sifuentes convivió con dos personas la madrugada del tres de enero, día en que iniciaba un período de vacaciones, pero un conflicto con ellos derivó en su muerte.
En base al testimonio de ambos, la Procuraduría de Justicia dio el viernes pasado con el cuerpo semienterrado en una brecha del municipio de Parras, y con el vehículo del padre, abandonado en Santa Catarina, Nuevo León.
Sus cenizas llegan hoy a Saltillo.
Al mediodía de este lunes, las cenizas del padre Joaquín Hernández Sifuentes serán trasladadas a Catedral, donde el Obispo Raúl Vera oficiará una misa.
