CIUDAD DE MÉXICO.- Después de que se pusiera en duda la participación de Bravos de León y Generales de Durango, además de los Tigres de Quintana Roo, por diferencias con otras directivas en lo deportivo, ahora son otros dos equipos los que están en peligro para la temporada 2017, aunque por razones distintas.
De acuerdo con la revista Proceso, las cuentas de las empresas de los dueños de Leones de Yucatán y Vaqueros de Unión Laguna, los hermanos Arellano Hernández, fueron bloqueadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), algo que también sucedió en 2015 y 2016.
Esto fue a solicitud de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La UIF, que previene y combate delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y de financiamiento al terrorismo, intervino los negocios (que en su mayoría están en Mazatlán, de donde son oriundos), que conforman Grupo ArHe, de Juan José y Erick Arellano, para realizar una investigación por lavado de dinero, según Proceso.
Los hermanos Arellano Hernández compraron a Leones en 2014 y el año pasado adquirieron la mayoría de las acciones de Vaqueros, que pertenecía a Martín Bringas.
La publicación señala que tuvo acceso a un documento que recibió la UIF, y aunque todavía no existe evidencia de que el dinero sea de procedencia ilícita, con las cuentas congeladas, los Arellano Hernández enfrentan problemas de liquidez, por lo que no pueden recibir recursos de sus patrocinadores y tienen dificultades para que sus equipos hagan pretemporada.Los hermanos Arellano Hernández compraron a Leones en 2014 y el año pasado adquirieron la mayoría de las acciones de Vaqueros, que pertenecía a Martín Bringas.
