Murió salvando la vida de su sobrino. Ayer, familiares y amigos dieron el último adiós a “Pancho”, el trabajador de la construcción que falleció por el desplome de una pared
“Adiós mi héroe, mi guerrero”... Con gran dolor y pesar, familiares y amigos dieron el último adiós a Francisco Margarito Valadez de Luna, el humilde trabajador de la construcción que murió heróicamente este lunes, al salvar a su sobrino del repentino desplome de una pared que estaban demoliendo.
Su familia, profundamente consternada, veló ayer los restos de “Pancho” en la sala número dos de la capilla de la Sección 288, donde se dieron cita una gran cantidad de personas que no daban crédito de la desgracia.
En un sencillo cajón de madera y rodeado de arreglos florales, el trabajador de la construcción fue despedido por su viuda y por sus tres hijos de 18, 15 y 13 años de edad que quedaron en la orfandad, al no contar con vivienda propia, seguro social, ni la posibilidad de obtener una pensión.
Apenas el mes pasado acababa de cumplir 19 años de feliz matrimonio, su esposa María Oralia Escobedo García lo recuerda como un padre amoroso y ejemplar, un buen hombre en toda la extensión de la palabra.
Recordó que después de muchas semanas de no salir de casa, el domingo 25 de diciembre salieron en familia al parque Xochipilli, donde disfrutaron de una gran tarde, bromearon y se tomaron fotografías, sin imaginar la tragedia que ocurriría un día después.
“Salió de casa a las 9 de la mañana, estaba muy contento, incluso escribió un saludo en su cuenta de Facebook repartiendo bendiciones con imágenes de angelitos, me dijo: “vieja me hablas a la una de la tarde para venir a comer a la casa”, recordó llorando su viuda.
Tenía más de 30 años de vivir en una casa de renta en la colonia Sierrita y aunque trabajó ocasionalmente en empresas, prefería hacerlo de manera directa como albañil, ya que tenía mejores ingresos, además no le gustaba estar encerrado, relató uno de sus compadres.
Tenía mucha experiencia como albañil, el lunes comenzaría en los trabajos de remodelación de unos locales comerciales ubicados en la Carretera 30 y Avenida Porfirio Díaz, empleo que se ubica muy cerca de su casa.
“Andábamos trabajando tumbando una pared, mi tío le estaba pegando con el mazo, cuando de repente me dijo: ¡Hazte para un lado!, me cubrí y cuando voltié ya tenía la pared encima, estaba inconsciente, le hablé y no me contestó, así que fui corriendo con la dueña a pedirle que le hablara a una ambulancia y después me fui a avisarle a mi tía”, comentó Jonathan Valadez, sobrino y testigo del accidente.
Dijeron que la propietaria del local de nombre Zulma se hizo cargo de los gastos funerarios y del terreno del panteón. “La señora no nos ha dejado solos, no se ha echado para atrás y le damos las gracias por eso”.
En vida “Pancho” era un gran fanático de los Santos de Torreón, además le encantaba el futbol y por varios años dirigió un equipo infantil con los niños del barrio que lo apreciaban mucho.
Su hija menor le escribió ayer una emotiva despedida en su cuenta de Facebook que a la letra dice: “Descansa en paz papi, siempre estarás en nuestros corazones, solo los hermosos recuerdos que nos regalaste quedan, pero yo sé que estarás en un lugar donde ya no vas a sufrir.
TU ERAS UN GUERRERO, ERAS
EL MEJOR Y NUNCA LO
DEJARáS DE SER, MI HEROE,
MI ADORACION, MI REY”
“Yo sé que donde estés nos estarás cuidando y dándonos un gran apoyo, en nuestros corazones nunca vas a morir, siempre vas a ser para mí un GRAN HOMBRE, puede que ya no esté tu cuerpo, pero tu espíritu sigue vivo conmigo”
Por su parte su cuñada reconoció que lo que le preocupa a la familia es que sus tres sobrinos adolescentes están estudiando, y Pancho era el único que trabajaba y no contaba con seguro social, ni una vivienda propia.