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Coahuila

'Adoptan' a la familia de siete

Por Mónica Meza - 17 diciembre, 2017 - 04:17 a.m.

Soñó a su madre que ya murió, y al despertar lo primero que vio fue la triste historia de Martín y Brenda publicada en la Página de Facebook de Periódico La Voz, algo en su corazón le dijo que no podía quedarse cruzada de brazos y decidió ayudar.

De esta manera Azucena Hernández López, adelantó el milagro de Navidad para Martín y Brenda, la familia de siete que vivía en un cuarto sin puerta en el fraccionamiento 288 y que a partir de esta semana cuenta con un hogar y empleo.

Azucena Hernández López conoció a Martín, Brenda y sus cinco hijos, una historia llena de tristezas, carencias, frío, hambre y desempleo.

Conoce la historia de Brenda y Martín al dar click aquí "Sobrevive familia de 7 en cuarto sin puertas 

Ella y su esposo Javier Fuentes fueron a buscarlos al fraccionamiento, la primera vez no los encontraron pero volvieron a insistir y la segunda vez corrieron con mayor suerte.

Cuando llegaron ahí estaban esos cinco pequeñitos con caritas tristes que conocieron a través del video de Periódico La Voz y que decían sentir mucho frío.

Dialogaron con Martín y Brenda, les ofrecieron una vivienda en la calle Torreón de la colonia Tierra y Libertad en Castaños, un empleo con seguridad social para los niños, alimentos y realizar los trámites para cambiar a los pequeños de plantel.

¿Porque les brindaron el apoyo?, porque les nació, Azucena Hernández López señala que esta es la segunda vez que le pasa, soñó con su madre Victoria López quien falleció hace varios años y sintió que era una señal.

Luego de soñar con su madre y despertar ingresó a su cuenta de Facebook y lo primero que vio fue la historia de Martín y Brenda.

“Cuando desperté y vi la historia dije eres tu mamá por eso me hablas porque quieres que vaya y ayude a esa familia, mi madre fue una persona de gran corazón, que le gustaba ayudar a los demás”, comentó Azucena Hernández.

El año anterior le pasó algo similar, en estas fechas percibió el olor de su madre, ella estaba sola en su cama, quedó sorprendida por ese olor y minutos después prendió la televisión, ahí conoció la historia de una mujer de San Buenaventura que padecía de distrofia muscular que vivía con su madre y ambas tenían dos días sin comer.

“Yo les dije a ellos quiero que sobresalgan por sus hijos, que le agradezcan a Dios que nos puso en el mismo camino, a mí no me agradezcan, agradézcanle a Dios por permitirme ayudarles”, comentó.

Ahora la familia Montes Díaz tiene una vivienda, con baño, cocina, recamaras, una estufa, un refrigerador, camas con colchones nuevos y cobijas para no volver a sentir aquel frío que calaba hasta los huesos.

El día no se termina a las 6:00 de la tarde para los niños, ahora son las 11:00 de la noche y ellos siguen despiertos jugando, divirtiéndose, sus risas y alegrías son interminables.

“Muchísimas gracias por todo lo que nos ha ayudado, que Diosito me la cuide y la proteja de todo, no tengo ni palabras”, señaló Brenda Díaz con una voz entrecortada mientras sus ojos lloraban, pero en esta ocasión el llanto era de felicidad

Disfrutan de una manzana, una naranja, un plátano, cereal, leche caliente y alimentos que allá no comían.

“Dios me ha bendecidos con salud y trabajo y hay que compartir un poquito de los que Dios nos da”, mencionó Azucena luego de reconocerle su labor.

Exhortó a la gente que está en condiciones de ayudar a que lo haga, dijo que planea ir a la colonia Las Moritas a dejar apoyos y si la gente desea ayudar de corazón pueden comunicarse con ella al 866 112 34 33.

MARTÍN YA TIENE TRABAJO.

Azucena Hernández y su esposo Javier Fuentes son propietarios de Gongar una línea de tráilers en Castaños, ahí emplearon a Martín Montes como mecánico de diésel, aunque no tiene mucho conocimiento pues él era mecánico de gasolina, pero se le brindará capacitación.

Apenas tiene tres días trabajando, Brenda le prepara sus alimentos y se va muy temprano a trabajar, cuando llega a su nuevo hogar por las tardes sus hijos y su esposa ya lo esperan con ansias.

Anteriormente Martín tenía un salario de 300 pesos por semana, ahora ganará mil 500 pesos, por lo pronto la vivienda es prestada pero una vez que se recupere podría pagar una renta mensual de mil pesos.

“Martín está muy bien, le ha gustado mucho su trabajo, llega emocionando platicando lo que hace”, comentó Brenda.

TODO CAMBIÓ PARA

LA FAMILIA MONTES Díaz

Brenda recordó el día en que personal de esta casa editorial llegó al lugar en donde vivían pidiendo su autorización para dar a conocer su historia, al principio sintió temor pero decidió hablar sobre su condición de vida y lo hizo por sus hijos, sin imaginar que tendrían un cambio radical.

Brenda Díaz se comprometió a echarle muchas ganas junto con su esposo Martín, todo por sacar adelante a sus hijos, luego de haber sufrido mucho apareció un ángel que los acobijó y eso lo valoran mucho.

“Estamos mejor, aquí no se siente el frío, allá estábamos sufriendo mucho”, comentó Brenda.

Dijo que ya tenía muchos años cocinando con leña, muchas veces se enfermó de bronquios y duraba hasta dos meses enferma, pero ahora ya tiene estufa y tanque de gas para cocinar.

“Hay mucha gente que nos humilla, nos dicen malas palabras jamás pensé que una persona tan maravillosa como la señora Azucena iba a aparecer, nos cayó de sorpresa”, comentó.

Dijo que al principio dudó en irse del lugar en donde estaban a Castaños, pero después tomó en cuenta las palabras de Azucena Hernández quien le dijo que no lo hicieran por ellos, que mejor pensaran en sus hijos, la escuela, el trabajo que les quedaría cerquita.

Le pidió que lo pensaran y otro día regresarían, al día siguiente estaban esperándolos porque finalmente decidieron aceptar el apoyo.

Dice que sus vecinos le decían que no se fueran, la necesidad, el frío, el hambre, provocó una unión familiar, Brenda y sus vecinas que también tenían carencias hacían atolito de arroz, leche caliente para sus hijos.

Brenda dice que siente mucha felicidad cuando ve a sus hijos comiendo fruta, en sus camas, con sonrisas en el rostro, señala que en un futuro se ve mejor, pues ahora se enfocarán a brindar una mejor vida a sus hijos.

“Yo no iba a la escuela por falta de dinero o comida pero a mis hijos no les va a pasar lo mismo, ellos no pasarán por lo que yo pasé, no los quiero ver en las esquinas, haciendo maldades”, comentó.

BRENDA PERDONÓ A SUS PADRES DE CORAZÓN

Lo único que le falta a Brenda Díaz para ser completamente feliz es tener comunicación con su madre, esa mujer que la juzgó cuando le dijo que abusaban de ella, la que la menospreció, la humilló y nunca la apoyó. Aunque Brenda la perdonó no la quiere ver, dice que su corazón no está preparado para sentir más dolor si una vez más solo obtendría su desprecio.

El año pasado en estas fechas decidió borrar todos los recuerdos dolorosos, los gritos de su madre, las ofensas, las humillaciones y el desamor, intentó hacer las paces con ella y la visitó pero a cambio solo obtuvo una mal trato, una mala cara y esas humillaciones que parece nunca terminar.

“Si mi madre viera esto quiero que sepa que la quiero mucho y que Diosito me la cuide, nada más pero ya no, ya no más ya sufrí mucho, ya no puedo”, dijo Brenda llorando.

Lo mismo pasó con su padre quien la última vez la acusó de ser una ratera, luego de eso su padre enfermó y Brenda fue la única de sus hijos que lo fue a visitar, le dio pastilla, le dio un té mientras que sus hermanos estaban viendo la televisión.

“Yo le dije a mi papá que el día que se pusiera mal, nadie iba a ir a verlo, nadie más que yo, porque mis hermanos le dijeron que para ellos estaba muerto”.

Dijo que sus padres nunca cumplieron con su labor como papás y aunque no es quién para juzgarlos, si en algún momento le hablaran pidiéndole ayuda ahí estaría.

“Aunque no los vea, los perdono y si ellos saben todo lo bueno que me ha pasado quiero que sepan que les deseo que se la pasen bien y que tengan bonita Navidad”, comentó.

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