Don Pedro Medina vive el mismo problema que cientos de miles de mexicanos adultos mayores: está enfermo, le faltan tres años cotizando para su pensión del Seguro Social, y lo peor, nadie le quiere dar trabajo.
“Lo único que deseo es trabajar para alimentar a mi familia, pero no hay nada; me siento derrotado”, confiesa a periódico La Voz.
La Ley de Pensiones de 1973 al 97, te exige hasta 1,250 semanas cotizadas, por cesantía de 60 años y vejez 65 años.
Don Pedro tiene 58 años de edad, asegura que le faltan tres años más para pensionarse.
Esta semana acudió a la bolsa de trabajo en la oficina del Servicio Nacional del Empleo y de Presidencia.
“Me mandaron a Fujikura, pero en la entrevista me detectaron que tengo azúcar y alta presión, no me dieron chamba”, lamenta.
Ayer visitó nuevamente el Palacio para buscar apoyo de los ciudadanos, pero al mediodía no había encontrado nada.
Su rostro era la viva imagen de la derrota.
“Qué difícil es la vida cuando no tienes dinero, pero sigo teniendo fe en Dios y en la gente”, señala.
Sobre su situación, el procurador del Trabajo Francisco Fabela reconoció que es el mismo caso de muchas personas, por lo que recomendó acudir a su oficina para apoyarlo en la tramitación de su pensión por enfermedad.
