Un salto al vacío. El resultado de esta semana para el América fue eso. No sólo perdió la estabilidad que había tenido en los últimos tiempos, sino además complicó su camino para llegar a la liguilla. Tras el despido de Ricardo Peláez, el equipo jugó uno de sus peores partidos y cayó ante el Atlas, el primer rival que logró imponerse al invicto de Ricardo La Volpe en el Estadio Azteca.
En pocos días, todo se vino abajo. Marchesín dejó en 588 minutos su marca sin recibir gol y terminaron los 19 encuentros que sumaban las Águilas sin perder en casa, bajo el mando de La Volpe. No hubo reacción ni señal de respuesta. En cambio, sí un cuadro rojinegro que buscó y encontró lo que quiso, en cuestión de 15 minutos. Primero, el brasileño Leiton Jiménez remató de cabeza en un tiro de esquina (3’) y luego, en un contragolpe a velocidad, el argentino Matías Alustiza recortó a la defensa y remató de derecha (15’), dejando sin oportunidad a Marchesín.
Para entonces, el juego quedó resuelto. La confianza de tener por delante la calificación, le dio tranquilidad a los Zorros en el control de las cosas. No obstante, hubo momentos de duda. Dos situaciones en las que Oribe Peralta y Silvio Romero, este último en un mano a mano, no pudieron superar los achiques del portero Miguel Fraga.
A partir de eso, los rojinegros tomaron fuerza. Se mostraron sólidos en el medio campo y también en defensa, pese a la insistencia del ataque rival. Para el complemento, llegaron los cambios.