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Opinión

AMLO y el camino despejado

acognata@comcast.net
Por acognata@comcast.net - 18 marzo, 2018 - 03:02 a.m.

Dicen que en política no hay casualidades y este viernes, día del registro de Andrés Manuel López Obrador, tampoco las hubo.

Al mediodía de ayer, en el INE, el candidato dejó mensajes que confirman que la principal oferta de la coalición Juntos Haremos Historia radica en su liderazgo.

Pero hubo más. También este viernes, el INE le despejó el camino al abanderado de Morena, Partido del Trabajo y Encuentro Social.

Porque horas después de que López Obrador cerró su discurso festejando que “la tercera es la vencida”, el árbitro electoral determinó cómo quedará la boleta del próximo unode julio.

Nos referimos a la determinación del INE de que solo Margarita Zavala irá como candidata independiente.

Los otros dos aspirantes a esa condición, Jaime Rodríguez Calderón, el “Bronco”, y Armando Ríos Piter, quedaron fuera.

Así que ha quedado conjurado el riesgo de una resta mayor que el PRI tenía en el norte del país, con una eventual candidatura independiente de El Bronco.

También se ha disipado para Morena el peligro de perder apoyos en las zonas de influencia del senador experredista en Guerrero.

En contraparte, la confirmación de la candidatura de Margarita Zavala es una mala noticia para el Frente PAN-PRD-Movimiento Ciudadano y su abanderado presidencial, Ricardo Anaya.

No se trata de una sorpresa. Era un hecho que la esposa del expresidente Felipe Calderón concretaría su aspiración.

Tampoco se trata de que la salida de Margarita Zavala del PAN haya significado una sangría en las estructuras partidistas y mucho menos una desbandada.

La realidad es que Ricardo Anaya cuenta con el respaldo de al menos el 90% de los comités locales y de una militancia que se ha venido popularizando.

Porque, ojo, la estructura del principal partido del Frente nada tiene que ver con el PAN de las familias conservadoras y la élite empresarial, que fueron el motor del panismo en tiempos de la hegemonía priista, antes de que Vicente Fox llegara a Los Pinos.

Sin embargo, lo que sí saben Anaya y los frentistas es lo que Margarita Zavala ha dicho: Que hará una campaña centrada en buscar los votos históricamente panistas.

Esto es una buena noticia para el PRI, que prende veladoras para que la exprimera dama logre su cometido, pero sólo en la medida en que le resulte funcional a la pulverización del panismo. No más.

Porque en el diseño de la campaña priista, las restas que Margarita Zavala le haga a Ricardo Anaya le permitirían a José Antonio Meade dejar el tercer lugar que las encuestas le asignan.

Es un hecho, entonces, que la capacidad de competencia del rezagado PRI depende del estancamiento de la coalición Por México al Frente.

Pero también es un hecho que un desplome del Frente le dejaría libre, pavimentado y limpio el camino a un Andrés Manuel López Obrador que ha sabido, como ningún otro opositor, afrontar la estrategia electoral del gobierno de Enrique Peña.

Este camino despejado se daría en dos vertientes.

Por una parte, las encuestas recientes muestran que para los potenciales votantes del Frente, el PRI no es una opción.

Esto significa que un eventual desplome de la candidatura de Anaya beneficiaría más numéricamente a AMLO que a Meade.

Pero la vertiente más relevante es la que tiene que ver con la estrategia que el candidato de Morena aplicó ante el declarado objetivo del PRI de repetir a nivel nacional la experiencia electoral del Estado de México en julio pasado.

AMLO decidió sumar a todos los posibles: A los inconformes del PRI, PAN y PRD, a los damnificados de la Reforma Educativa —a la CNTE y a lo que queda del SNTE de Elba Esther Gordillo—, a los mineros de Napoleón Gómez Urrutia, a los olvidados caciques priistas, a los futbolistas, a las actrices, al despreciado PES, que por cercano a Miguel Osorio Chong ya no quisieron de aliado en Los Pinos…

Y es que ante a la deliberada pulverización del voto opositor como ruta para convertir al PRI en la minoría mayor, López Obrador amplió sus bases.

Y, sin pedirlo, el puntero en las encuestas se convirtió en el principal beneficiario del golpeteo del gobierno al Frente y a Ricardo Anaya.

Es AMLO el principal beneficiario de los misiles que ha recibido el segundo lugar en la pelea presidencial, porque aumentó la intención de voto a favor de Morena. Y así lo documentan los sondeos recientes.

Por eso, López Obrador puede ahora darse el lujo de ofrecer garantías.

“A los del poder económico y político les decimos que tras su posible derrota, no habrá represalias, persecución ni destierro”, prometió ayer.

Hay, sin embargo, una ganancia mayor para López Obrador: Su liderazgo como fiel de la balanza aumentó cuando el gobierno usó a la PGR para debilitar a Anaya.

Porque con esa maniobra, también el gobierno y su partido se debilitaron.

Sabedor de ese saldo, AMLO se dio ayer otro lujo: Señalarle al Frente que negarse al perdón y olvido es una muy mala idea.

Así que Andrés Manuel no solo tiene despejado el camino. También ha decidido meterle el hombro a los caídos.

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