Inmediatamente después del hallazgo, el chico, con cara de asco, fue inmediatamente a quejarse a los trabajadores del local que ni tan siquiera le devolvieron el dinero en efectivo que había pagado por la comida. Se limitaron a pedirle disculpas y a darle un vale para que pueda volver a comer en el mismo lugar. El vale, sin embargo, caduca en pocos meses y el chico ya ha dejado claro que no piensa volver.
Otra desagradable sorpresa
Quien también se acaba de llevar una desagradable sorpresa comiendo pollo asado es una familia de Australia. Ha pasado este fin de semana. Un hombre fue a comprar el pollo al supermercado de la cadena australiana "
Woolworths". La asquerosa sorpresa no llegó hasta la noche ya que se lo guardaron para cenar. Su esposa lo calentó y justo después notó una cosa extraña, según publica el medio local New Ideal Food. Se trataba de una tirita enganchada al pollo que estaban a punto de comerse.