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Coahuila

‘Aprendí con Vicky a disfrutar la vida’

Por Mónica Meza - 22 marzo, 2019 - 02:35 a.m.
‘Aprendí con Vicky a disfrutar  la vida’Cuando Vicky nació, la madre de Doña María le dijo “si no la quieres, yo me la llevo”, pero de inmediato contestó que no, la quiso desde que la vio y aunque sintió miedo, porque sabía que dependería de ella, que el camino sería difícil pero desde ese día hasta hoy, se ha dedicado en cuerpo y alma a sacar adelante a su hija.

Vicky es una joven de 25 años que está en busca de su príncipe azul, tener síndrome de Down no le ha impedido para soñar como cualquier chica de su edad, además de ser muy alegre y le encanta bailar.

“Ella está enamorada de Paquito, quiere que él le regale una flor, la lleve a la plaza, la invite al cine, pero es menor que ella, yo hablo con ella y le explico que algún día habrá un chico que la va a pretender”, señaló su madre María Guadalupe Puente Murillo.

Para esta madre el 21 de marzo no es un día más, porque en 2011 la Organización de Naciones Unidas (ONU) lo declaró oficialmente como el día mundial del síndrome de Down, por ello su hija Virginia, sus compañeritos del Centro de Atención Múltiple y sus padres salieron a la plaza principal para crear conciencia. Todas las personas con síndrome de Down deben tener la oportunidad de disfrutar de vidas plenas, tanto en igualdad de condiciones con las demás, como en el resto de aspectos de la sociedad.

“Ella se siente grande”, señala Doña María sin darse cuenta que su hija ya no es una niña aunque para ella jamás dejará de serlo.

Virginia Alejandra llegó a su vida hace 25 años, dándole un giro de 180°, se convirtió en su motor de vida, trajo a ella y su familia la felicidad, con sus actos de amor y bondad.

“Mija para mi es todo, es amorosa, he trabajado mucho para sacarla adelante y quiero que ella sea alguien en la vida, porque ahí estará todo mi esfuerzo”, comentó Doña María Puente.

Todos los días acude a la escuelita, nunca ha faltado en ninguno de los CAM en los que ha estado, en ocasión su madre le dice “No vamos a ir hoy a la escuela”, Vicky la levanta y le dice si mamá insistiendo para que la lleve.

En la actualidad la sociedad no está preparada aún para convivir con una persona Down, todavía voltean a ver con morbo, por esta razón María Guadalupe señala que ha sido difícil el camino, desde en que nació su hija hasta la fecha.

Su hija vino a enseñarle muchas cosas, lo más importante que ha aprendido es vivir la vida y disfrutarla, no ver las cosas tan graves.

A Vicky le encanta el baile, las fiestas, tener amigas y quisiera un novio que la quiera en serio, que la corteje como cualquier chica de su edad.

“Ella se siente grande”, señala Doña María sin darse cuenta que su hija ya no es una niña aunque para ella jamás dejará de serlo.

Cuando nació no le dijeron que había nacido con el Síndrome de Down, solo sentía como su esposo la veía, había algo raro en su rostro, con su mirada le decía que algo no estaba bien, hasta que le dio la noticia.

Salieron a la calle para crear conciencia.

“Fue difícil, no entendía porque me tocó a mí, pero la vida me ha dado la respuesta, mi hija me ha enseñado muchas cosas”, comentó.

Cuando Vicky nació, la madre de Doña María le dijo “si no la quieres, yo me la llevo”, pero de inmediato contestó que no, la quiso desde que la vio y aunque sintió miedo, porque sabía que dependería de ella, que el camino sería difícil pero desde ese día hasta hoy, se ha dedicado en cuerpo y alma a sacar adelante a su hija. “He hecho muy buen trabajo y no busco que alguien me lo valore, yo sola lo valoro y seguiré adelante con ella en las buenas y en las malas”, comentó.

Vicky quisiera también una oportunidad de empleo, su madre no quiere tenerla metida en su casa, porque ¿Dónde quedaría el esfuerzo que hizo para sacarla a delante?, sabe hacer manzanas, tamarino, pan y buñuelos pueden vender esos productos.

“Quiero que trabaje porque no toda la vida voy a poder caminar, yo iré pa abajo ella pa arriba, pero hay que echarle ganas”, comentó.

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