Tras dejarlo tirado y gravemente herido, el delincuente abordó el taxi en el que viajaba y huyó a exceso de velocidad por la misma calle hacia el norte.
Mientras tanto, familiares de la víctima solicitaron el apoyo de los socorristas de la Cruz Roja de Monterrey.
Aún con vida, los paramédicos lo trasladaron hasta las instalaciones del hospital Universitario.
Sin embargo, y a pesar del esfuerzo de los médicos de guardia, Juan Carlos Collazo murió minutos después.
El asesinato movilizó a efectivos de la Policía de Monterrey, así como a elementos de la Policía Ministerial.
Pese a ello, el criminal logró darse a la fuga y burlar a las autoridades.