México.-
El accidente del helicóptero de la Sedena que cayó en Oaxaca dejó un saldo de 13 muertos, entre ellos 3 menores, y 15 lesionados.
La Fiscalía estatal informó que se trata de 5 mujeres, 4 hombres, 2 niñas y un niño que fallecieron en el lugar de los hechos y una persona más que murió en el Hospital de Jamiltepec.
Ayer, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumió la responsabilidad por el accidente aéreo.
En una visita a Santiago Jamiltepec, el General Salvador Cienfuegos manifestó a los familiares de las víctimas su consternación y se comprometió a reparar el daño.
“Vengo a saludarlos, a externarles nuestro pésame a nombre de todos los soldados, por esta desgracia que se origina por nuestro interés de venir a ayudar a la comunidad. No tiene caso que les explique lo que pasó, lo que sí es importante que sepan es que la Secretaría de la Defensa Nacional asume totalmente su responsabilidad de lo que aquí aconteció”, dijo.
“No podría ni tengo el poder para devolverles la vida de quienes ya se fueron, no puedo hacer eso, pero sí mi compromiso, me lo acaba de decir el señor Presidente (Enrique Peña Nieto), que es estar pendientes de todos y cada uno de ustedes hasta que alcancemos a reparar este grandísimo problema”.
La noche del viernes, el helicóptero militar Black Hawk UH-60M en el que viajaban el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, y el Gobernador Alejandro Murat cayó de unos 30 metros de altura cuando intentaba aterrizar en un paraje del Municipio costero de Oaxaca.
Cienfuegos explicó que el polvo que levantó el helicóptero al intentar aterrizar desorientó al piloto, lo que provocó la caída del aparato que en un inicio se informó se trataba de un MI-17.
La condición nocturna, añadió el Secretario, también fue un factor que influyó en el accidente.
Al respecto, pilotos militares advirtieron que no se debió aterrizar en una zona rodeada de cables y entre gente agrupada.