Diez alumnos de la Escuela de Bachilleres Ladislao Farías Campos han sido canalizados con psicólogos al detectarles ansiedad, depresión y ataques de pánico en este ciclo escolar, esto se debe a la adicción que tienen al celular y a problemas familiares.
La directora Eloísa Treviño Olalde dio a conocer que antes que suceda una tragedia prefieren actuar al respecto, de 500 alumnos que tiene la institución entre el sistema escolarizado y el sistema abierto, diez han sido detectados con diversos problemas.
“Todos han sido canalizados antes que el problema se haga más grande”, dijo Eloísa Treviño.
Eso contribuyó a su bajo rendimiento o durante las clases comenzaban a llorar debido a los problemas que tenían en el núcleo familiar, la orientadora les dio seguimiento con los especialistas a la Escuela de Psicología de la Unidad Norte o con el DIF.
“No hemos detectado problemas por intento de suicidio en jóvenes este año, pero no nos vamos a esperar a que eso suceda y los estamos canalizando. A veces los mismos padres de familia nos piden ayuda y estamos al pendiente, ya que el contexto de los estudiantes es diferentes al de hace diez años”
Los problemas son diferentes y las redes sociales influyen mucho, señaló la directora, cuando los jóvenes dejan de usar el celular o se les pierde, les da ataques de ansiedad o pánico. También influye la desintegración familiar y esporádicamente, hay problemas por drogas y violencia dentro del núcleo familiar.
“Cuando no controlan la ansiedad puede llevar a la depresión y a otro problema más fuerte, a veces podemos calmarlos pero no somos expertos y recurrimos a los especialistas, pero los papás también tienen que hacer su tarea”