Durante la temporada de calor es común que la población infantil participe en cursos de natación o acuda regularmente a las albercas, lo cual incrementa el riesgo de contraer enfermedades en la piel por la exposición al sol y al agua clorada.
Perla Argumaniz, especialista en medicina familiar del Seguro Social explicó que la piel es el órgano más grande y al igual que el resto del cuerpo requiere de cuidados, sobre todo en esta temporada en la que se acude con mayor frecuencia a balnearios, albercas o a lugares recreativos a la intemperie.
La principal recomendación de la experta es utilizar algún bloqueador solar antes y después de entrar al agua.
Si la economía lo permite, buscar productos que permanecen en la piel durante el baño y repetir la aplicación cuando menos cada cuatro horas, principalmente en los casos en que hay una gran exposición a los rayos ultravioleta.
Por lo que se refiere a las enfermedades, se debe tener cuidado con los hongos en la piel, en uñas de pies y manos, así como el pie de atleta ya que son algunas de las más comunes y de más fácil trasmisión aún y cuando se previenen con medidas sencillas y efectivas como llevar un par de sandalias de plástico y utilizar una toalla limpia y seca después del baño, que sea de uso personal (no prestarla).
Cuando se asiste a cursos de natación, se sugiere que todos los participantes tomen una ducha breve antes de entrar al agua y no utilizar playeras, camisetas o trajes de baño demasiado grandes, ya que ahí pueden alojarse bacterias.
