SAN BUENAVENTURA COAH.- Cientos de personas se dieron cita en la parroquia del pueblo para ser testigos de la coronación litúrgica de la reina Laura Kariett y la princesa Sandra Guadalupe.
Concluida la ceremonia las soberanas posaron para la foto con los párrocos.
La iglesia lució llena a su máxima capacidad, los asistentes esperaban con ansia la llegada de la soberana con su séquito, quienes al hacer acto de presencia en el atrio mostraron reverencia ante el Santo Patrono Buenaventura para después ser recibidas por el párroco Antonio Rodríguez Carranza y el presbítero Gilberto Almaraz de la Rosa, quien acudió en calidad de invitado al solemne evento.
De acuerdo a la tradición en el pueblo se celebra con vehemencia la coronación litúrgica de la soberana porque la consideran más importante que la realizada en las instalaciones de la Feri.
Cientos de personas se dieron cita en la parroquia del pueblo para ser testigos de la coronación litúrgica de la reina Laura Kariett.
Esto porque desde que se iniciaron los festejos se ha tomado en cuenta a la iglesia tras considerarla como parte importante en las actividades.
Bendecir la corona y el cetro de la Reina la compromete a que lleve a cabo su función como debe ser, que tome en cuenta a Dios en todas y cada una de las acciones que emprenda y que sea un ejemplo de trabajo y sencillez ante el pueblo”, dijo en su mensaje el párroco Antonio Rodríguez Carranza.
La ceremonia que duró dos horas llevó el mensaje directo a las actuales soberanas cuyo contenido redunda en servicio, dedicación y apoyo para el pueblo que las eligió como sus soberanas.
Despues de la bendición de la corona, esta le fue colocada por el párroco Rodríguez Carranza, la alcaldesa Gladys Ayala Flores y la Presidenta del Comité de la Feria del 14 de Julio edición 2018.
Una vez finalizado el acto religioso la Reina acompañada por su familia salieron del recinto sacro donde ya los esperaba la tambora para entonar el clásico huapango San Buenaventura, comenzando de esta manera el baile que cruzó la calle, dio vuelta a la plaza y al llegar frente a la Presidencia Municipal dirigirse al legendario kiosco donde continuó el baile por espacio de una hora.
Tiempo en el cual como la tradición lo indica la Reina baila con quien se lo pida.