Contactanos

Coahuila

Busca con 5 hijos sueño americano

Por Mónica Meza - 18 diciembre, 2018 - 00:29 a.m.
Busca con 5 hijos sueño americanoCon miedo, mucho miedo pero siempre unidos y encomendamos a Dios y confiando en su voluntad.

Sus rostros reflejan la triste realidad por la que atraviesan. La familia Antúnez Hernández está integrada por Evelin y Jonathan quienes tienen cinco hijos, los pequeños irradian felicidad a pesar del escenario que la vida les ofrece día a día, han pasado hambre, sueño, frío y un sinfín de riesgos todo en un intento de lograr el sueño americano.

No saben cómo, pero hasta el día de hoy han recorrido miles de kilómetros, han pasado más de dos meses desde que sin importar nada, tomaron la difícil decisión y salieron de Tegucigalpa Honduras, una ciudad que se encuentra en la región montañosa sur central, rumbo a Estados Unidos de América.

En busca del sueño americano.

Jonathan Antúnez tiene 28 años y su esposa Evelin Hernández 30, se conocieron hace más 10 años en un mercado de la República de Honduras, ambos trabajaban como vendedores ambulantes, poco a poco se conocieron y muy enamorados decidieron unir sus vidas y unos cuantos meses después tuvieron a su primer hijo.

Ahora no son solo ellos dos, sus hijos tienen 10, 7, 4 y 2 años, además de la más pequeñita de tan solo 2 meses de nacida, Evelin Hernández mencionó que apenas había dado a luz cuando emprendieron el camino hacia Estados Unidos, todo para ofrecer una vida mejor a sus hijos.

No saben cómo, pero hasta el día de hoy han recorrido miles de kilómetros.

A simple vista los más pequeños de sus hijos parecen ajenos a la situación y sonríen ante la cámara aunque con timidez mientras que el hermano mayor, más consciente de lo que sucede muestra un poco de tristeza en su mirada, a él le toca cuidar a sus hermanitos mientras su madre hace flores de limpiapipas y su padre las ofrece a los ciudadanos en medio de la calle a cambio de unas monedas.

Tienen 10 días en Monclova, la ciudad que mejor los ha tratado, la mayoría de la gente los apoya con una moneda, comida, ropa, cobijas o lo que sea que necesiten, apenas se bajaron del tren cuando un ciudadano les ofreció su casa, duermen en el patio que tiene techo.

Hoy fue su último día en la ciudad.

Acurrucados y tapados con la ropa que la gente les ha dado se siente menos el frío, así lo dijo la madre de familia quien agradeció a Dios porque sus hijos no se han enfermado en las noches cuando el frío cala hasta los huesos.

De no cumplir el sueño americano les gustaría quedarse en el País, pero con documentos, pues lo que menos quieren es perder a sus hijos.

Aunque la mayoría de la gente ha sido buena con ellos, se han topado con una que otra persona que muestra el repudio hacía los migrantes, como el caso de una persona que los amenazó con llamar a migración para que se los llevara, diciéndoles que deberían quedarse en su país y hasta desearles lo peor como que un cartel les quite a sus hijos.

Todavía les falta un largo camino por recorrer, el plan de la familia era tomar el tren hoy por la mañana y seguir su camino, con miedo, mucho miedo pero siempre unidos y encomendamos a Dios, confiando en que su voluntad será lo mejor para ellos.

Artículos Relacionados