Después de haber golpeado a su esposa, un borracho “se hizo” en los pantalones, cuando fue detenido por elementos de Seguridad Pública que lo trasladaron a las celdas.
El apestoso sujeto, pedía perdón a los policías pues no quería pasar una noche en la Comandancia Municipal, asegurando que era trabajador del Ayuntamiento.
A pesar de sus súplicas el escatológico hombre que despedía un muy desagradable olor corporal, fue remitido a las celdas municipales donde el resto de detenidos le sacaban la vuelta.
Se trata de Orlando Almeida Álvarez de 36 años de edad y con domicilio en la avenida Las Torres, que llegó ebrio a su casa y exigió a su mujer que tuvieran relaciones sexuales, a pesar de su humor repugnante.
Enfurecido, porque su mujer se había negado a cumplirle, la empezó a golpear, hasta que ella a como pudo lo reportó al número de emergencias para que lo trasladaran a la Comandancia Municipal.