Todo comenzó hace más de 20 años y como una diversión para que sus hijos disfrutaran de la noche de Halloween, hoy ya se ha vuelto una tradición, la gente lo conoce como el “Castillo del Terror” y cada año acuden a vivir esta experiencia terrorífica.
Evangelina Salomón inició con dos o tres payasos en el patio de su casa, conforme pasó el tiempo, el número de monstruos, brujas, ataúdes, tumbas y demás incrementó. Hoy en día son más de 50 monstros los que adornan este lugar, ubicado en la calle Ecuador 1820 en la colonia Emiliano Zapata Sur.
Te lo contamos en breve:
Desde un mes antes de la celebración de la noche de brujas, Evangelina Salomón y sus hijos empiezan a realizar el decorado, cada año es más escalofriante, aunado a que le agregan elementos como música ambiental, gritos, humo y hasta muñecos vivientes que asustan a quienes realizan el recorrido que en esta ocasión es más largo.
Un muñeco ensangrentado es el que da la bienvenida a la gente que se atreve a ingresar, conforme avanza el recorrido los muñecos, imágenes incrementan cada vez más, en el lugar se respira el miedo, por esa sensación al estar en la obscuridad, rodeada de muñecos que repentinamente cobran vida.
En esta ocasión el ingreso a la vivienda tendrá un costo de 15 pesos con la intención de recuperar el costo del sonido, luces y humo que sin duda hacen más escalofriante el recorrido.
Nunca ha pensado en dejar de realizar esta actividad, pues cada años decenas de niños esperan con ansías las sorpresas del “Castillo del Terror” así como ellos le pusieron debido al terror que se tiene al recorrer toda la vivienda, desde la entrada principal, hasta el comedor y la sala en donde los cuadros se mueven solos.
“La gente siempre lo espera, me siento comprometida porque ya son más de 20 años realizando esto y no podría dejar de hacerlo porque los niños son los más ansioso, les damos su Halloween y se divierten, se asustan pero regresan el próximo año”, comentó Evangelina Salomón.
No se gasta nada en realizar toda la decoración de la casa, son materiales reciclables, que ha guardado desde el primer año que lo realizó, pero, además utilizan ropa y otros artículos que se pueden adaptar y hacer de ellos una imagen o figura escalofriante.
Todo esto es una tradición familiar, que no se puede perder y que cada año es mejor, aunque es una tradición de Estados Unidos, ha sido adaptada a México y más por la familia Salomón.
