FRONTERA, COAH.- “Frente a mis ojos un edifico explotó y otro se desplomó, la imagen la recuerdo en cámara lenta”, expresó Alejandro Ramírez joven de 22 años que vive en la Colonia Roma, una de las áreas más afectadas con el sismo del 19 de septiembre.
De 22 años, es originario de Sabinas, Coahuila y estudiante en el Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, ayer llegó en el vuelo de Aeromar a Frontera, compartiendo su testimonio con los lectores de Periódico La Voz.
“Viví el momento más trágico de mi vida, no pude hacer mucho, solo presté mi teléfono celular para que la gente pudiera comunicarse con su familia y ayudé a tranquilizar a las personas que entraron en shock”, señaló.
Lo que más le impresionó fue como un joven casi de su misma edad se infartó, no resistió la impresión del movimiento, los gritos, el llanto, la alarma sísmica y los heridos.
“Era todo, miedo, terror y tristeza, los más afortunados solo tuvieron pérdidas materiales, pues mucha gente quedó atrapada bajo los escombros de altos edificios”.
Es la segunda vez que le toca estar en un sismo, lo que vivió el pasado 19 de septiembre es algo que no podrá olvidar, ahora solo da gracias a Dios porque está con bien y por el momento lo que desea es disfrutar a su familia para regresar a la ciudad de México hasta el próximo lunes.
“Estuvo muy fuerte, parecía el apocalipsis”, explicó el joven que estudia en la Ciudad de México una maestría en Administración.
“Las alarmas sísmicas no sonaron y nos dimos cuenta hasta que comenzaron a tronar los cristales de las ventanas de la universidad”, Alejandro Ramírez vive en un condominio en la colonia Roma que fue una de las áreas más afectadas, muy cerca del edificio que explotó, otro se colapsó frente a él.