POR: ATILA
Bien dicen que el hombre pone y Dios dispone.
Hace tres días dos ejidos de San Buenaventura, nos referimos al Cerrito y San Antonio de la Cascada resultaron afectados por la granizada que duró tan solo diez minutos pero que acabó con más de treinta hectáreas de trigo, las plantaciones de frijol de soya en su fase experimental y ni que decir los árboles frutales de los que solo quedaron los puros palos.
Ni hablar de los daños a las casas habitación y demás cuyo monto se eleva a miles de pesos que por supuesto por el momento los habitantes de ambas comunidades rurales no tienen por lo que a las autoridades municipales no les quedará de otra que demostrar su solidaridad a como de lugar.
Con o sin dinero tendrán que sacar la perra del pozo porque se trata de la seguridad de las familias y su patrimonio.
La granizada fue una sorpresa incluso para los habitantes de estos lugares ya que por citar un ejemplo ahí está el caso de La Cascada donde solo una parte de la comunidad resultó afectada debido a la corriente de aire que arrastró la ráfaga de granizo del tamaño de una pelota de tenis, en cambio en el resto de la comunidad solo fue un poco de lluvia.
Solo fueron diez minutos los que bastaron para que se acabara lo poco que había en pie. La gente aún está sorprendida de lo ocurrido y clama a Dios que el fenómeno no se vuela a repetir porque entonces sería la catástrofe del año.
Esta es una papa caliente para las autoridades municipales en turno sobre todo cuando están en la lista de los reelegibles ya que si quieren ganar adeptos, simpatizantes o como les quieran llamar solo basta que se den una vueltecita por aquellos rumbos para que vean el enorme billete atorado que tienen que destrabar para que la tranquilidad vuelva de nuevo a las familias campesinas.
Cambiando de tema diremos que las autoridades de los DIF municipales están por demás desconcertadas con eso de que las autoridades municipales de esta dependencia no les han enviado los juguetes ni regalos para el Día del Niño como sucede todos los años.
Es curioso lo que está pasando porque años atrás para cuando se llegaba el festejo ya se tenía los montones de regalos que entregaban en todos los ejidos, incluso no se rifaban, se regalaban a cada uno para que no hubiera problemas pero ahora es distinto.
Es verdad que este tipo de eventos por lo general masivos llevan la esperanza de que cada niño tenga en sus manos una bolsita y un juguete, una tradición que se procura no perder pero con eso de la crisis económica las cosas están por demás apretadas para los municipios que en este momento están haciendo de todo con tal de que los pequeñines tengan una bonita celebración.
No estamos echando la culpa a nadie, por supuesto que no, lo que ocurre es que en el presente año se ve una total desorganización que desconcierta hasta el más avispado, pero en fin, de alguna manera tienen que sacar el evento con el mejor de los deseos de que todo salga bien.
Cero y van dos empresas que ganan los pleitos relacionados con las utilidades y no es tanto que las ganen a la mala sino porque les asiste la razón ya que esta comprobado que ningún patrón o empresa regala el dinero simplemente da lo justo o menos con tal de sobrevivir y eso es congruente, sin embargo la cascada de inconformidades apenas empieza al ser decenas de empresas las que están en trámite sus utilidades y que la verdad de las cosas no todos están conformes con la carátula que presentaron.
Incluso hay empresas que ni siquiera presentan la carátula como la marca la ley para que los obreros la vean y eso los ponen ante hechos consumados, situación que empeora el ya de por su complicado problema en que se meten cada año.
Pero dinero es dinero.
Hasta Mañana.
