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Opinión

Cerro del mercado

Staff / La Voz
Por Staff / La Voz - 14 enero, 2018 - 00:04 a.m.

Y todo quedó en familia allá por el municipio de Sacramento.

Por supuesto que la alcaldesa Silvia Ovalle quedó bien con su suegro el exalcalde Juan Antonio Velazco Lozano y puso a su suegra Patricia en la Contraloría.

Es decir, que se brincó del DIF a las instalaciones de la Presidencia Municipal, a una oficina más cómoda, donde no tendrá tantos problemas y donde es bien aclimatada por aquello de los fríos y calores que vivimos.

Eso sí, el sueldo se lo elevaron ya que de acuerdo con los dos contactos que tenemos por aquellos rumbos, es más decoroso que el que ganaba visitando ancianitos, gente pobre, además de que ahora se dedicará a ver que los demás trabajen.

La pregunta es: ¿Y a ella quién la va a vigilar?, en fin, que así están las cosas con la Primera Dama de Sacramento, la “Capital Internacional del Cono”.

¡Ah!, pero hay algo más y es que dicen que la actual Alcaldesa dejó a la mayoría del personal que tenía su suegro dentro de la Presidencia Municipal, y que algunos los cambió de cuarto y cargo, pero que son los mismos.

Es decir, la misma gata pero revolcada, por lo que los habitantes del pueblo más pequeño del Estado no van a batallar en identificarlos porque por cuatro años les vieron las caras todos los días.

Por citar nombres, ahí está el caso de Reynaldo Vázquez que se quedó como secretario del Ayuntamiento, lo mismo que el Director de seguridad Pública y el Tesorero.

O tenía muchos compromisos de campaña la Edil, porque a las claras se ve que el triunfo lo obtuvo de la presidencia, o de plano ya no hay en este pueblo a quién agarrar para que se haga cargo de los destinos y de los dineros.

Una lástima que en manos de una familia esté el futuro de un pueblo, pero en esto tiene la culpa la gente que votó, pues demuestran con esto que les gusta que los gobiernos sean como en los tiempos de Porfirio Díaz, de total dictadura.

Mucho hay de qué hablar de Sacramento, por ejemplo, la sujeción a embargo que se encuentra por falta de pago a una empresa de computación y mantenimiento, el desvió de recursos de más de cinco millones de pesos de un contrato de lámparas LED que al final el exedil Velazco Lozano deshizo

y compró por su cuenta, los pendientes a proveedores y demás, que de acuerdo a nuestros informantes suman alrededor de siete millones de pesos.

¡Que bárbaros!, no se midieron, igualito que en Nadadores en donde al alcalde Abraham González le heredaron un cuentón de miedo, que a la fecha no se sabe a cuánto asciende el monto.

Y todo por la maldita ambición.

El que se la está llevando calmada es el “Doc” en Cuatro Ciénegas, a quien pretendieron sorprender con eso del sindicato.

En apariencia, el “Doc” es calmado pero tiene su carácter, eso lo saben quienes lideran el sindicato de trabajadores que encabeza Carlos Gutiérrez Recio, de quien no se esperaba que diera semejante salto.

El asunto no es para alarmarse ni mucho menos, peores cosas ha librado en su carrera política el alcalde José Luis Fernández Hernández y esta no es la excepción.

No es una lucha que él se haya buscado, es una maraña que le fabricaron con el afán de fastidiar, pero eso sí, bien estudiada por personas que saben revolver el agua a la hora que quieren y con quienes se dejan.

Como en todo movimiento, hay carne de cañón que es utilizada para ponerla en las trincheras a cambio de nada.

Pero todo irá bien para el “Doc”, eso es seguro.

Hasta Mañana.

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