El colmo que los representantes de los medios de comunicación tengan que aguantar desplantes, desaires y hasta golpes de los funcionarios en turno y todo porque se creen y sienten ser la mamá de los pollitos como si el poder les fuera para siempre.
Ahí está el caso del director de Seguridad Pública Gerardo Arellano Acosta a quien le dicen el intocable por aquello de que no todos se le pueden acercar y mucho menos tocar, ni lo mande la Virgen del Chorro pues no vaya a ser que se contamine el hombre.
Pero el colmo es que se atreva a golpear a los reporteros como sucedió con el compañero de La Voz, Víctor Fuentes a quien después de negarse a hablar con el demostrando con ello una total falta de educación, lo golpeó con la portezuela de su camioneta sin siquiera disculparse.
Para acabarla de fregar el funcionario tachó de mentiroso al compañero en vez de prestarse un poco de atención, cosa que no se ve y nunca se verá hasta en tanto continúe al frente de la corporación policiaca.
En realidad no afecta el hecho de que esté o no en funciones porque poco impresionable es su labor dentro de la corporación, que para qué es más que la verdad deja mucho que desear sobre todo en cuanto al trato se refiere.
Se supone que la educación no está peleada con nada y que los funcionarios públicos tienen la obligación de poner la mejor cara que tienen guardada en el ropero para con el pueblo.
Eso no quiere decir que están obligados a portarse bien con los medios de comunicación, no que va, eso no lo pedimos y mucho menos exigimos porque sabemos que a muchos no se les da como es el caso de Arellano Acosta.
No ha faltado quien se ofrezca regalarle unas orejas de burro al director de la Policía Preventiva de Monclova para ver si entiende el mensaje que se le pretende mandar en cuanto a buenos modales y una educación aplicable para todo el pueblo.
Los reporteros estamos acostumbrados a la mala vida, porque quien no la ha vivido simplemente no es reportero, por ese motivo situaciones como las que vivió el compañero son comida de todos los días, sin embargo siempre esperamos lo mejor de quienes se dicen son lo mejorcito para gobernar.
Pero se lleva uno cada chasco que hasta vergüenza da, pero en fin esto es cosa de todos los días.
Y pasando a otra cosa pues ahí tienen ustedes que quien está que trina es el pueblo de Abasolo donde desde hace cuatro días no tienen agua en las llaves.
Unos dicen que es porque la bomba se quemó de lo vieja que estaba, otros le echan la culpa al personal que labora en Comisión Federal de Electricidad que fueron ellos los que tumbaron la corriente y cuando la levantaron se sobrecargó de energía el cableado y por eso los daños son mayores.
Lo que haya sido pero el caso es que el pueblo está encalmado y pide a gritos que le den agua pero no de la acequia, porque esa no sirve más que para regar.
Los hay que creen que el desabasto de agua se debe a una represalia política de parte de la alcaldesa Herlinda García Treviño, de quien afirman que no las tiene todas con ella en su campaña para reelegirse porque la gente no la quiere.
Pobladores del lugar dicen que se lo han gritado en su cara, por ese motivo en muchos sectores no entra porque ya se la sentenciaron de que el 31 de diciembre del presente año se va.
Pues quien sabe pero es un hecho de que las cosas no andan bien por lo que aún le quedan seis semanas para reivindicarse con el pueblo, hacer las paces y a portarse bien.
Recomendaciones que le llegaron desde Saltillo de la dirigencia estatal.
Pues que tan mal no andará la mujer.
Hasta Mañana.
