Un duro golpe a la economía es el elevado costo del bulto de cemento.
Situación que al paso que vamos las futuras generaciones acabarán construyendo jacales de palma y carrizo porque para más no va a alcanzar.
Los que la van a sufrir son los alcaldes que en la recta final tendrán que hacer las obras programadas en el entendido de que además de bien hechas serán todas las que cacaraquearon, de lo contrario los van a observar.
El alza el costo de la vida en todos sentidos da para pensar en que poco o nada están haciendo los gobiernos para darles una mejor calidad de vida a
los ciudadanos, quienes son los que al final de
cuentas pagan el pato.
Cada día que pasa los costos son elevados, el dinero que con mucho esfuerzo se ganan los mexicanos no sirve de nada al contrario para mal comer y dar educación porque en lo demás no se puede pensar.
En eso no se fijan los gobiernos ni hacen caso de las quejas, para ellos lo más importante es la captación de impuestos a costa de lo que sea y pasando por quién se les ponga enfrente para darles el destino que se les pegue la gana.
Muy difícil la situación, el Gobierno poco a poco aprieta más el dogal a los mexicanos con ganas de verlos muertos de hambre porque para todo cobra y por todo saca dinero de donde sea.
Pero qué se le va a hacer, como dijo Cristina Pacheco, aquí nos tocó vivir.
Pues una cosa es que el calor agobie y eso lleve a alto consumo de agua y otra muy distinta el desperdicio, de esto último echan la culpa a los que nunca pagan pero gastan mucho.
El caso es que en Ciudad Frontera las cosas en cuanto al reparto del agua están pal perro.
Y lo decimos porque se vive en carne propia el mentado desabasto al grado que SIMAS avienta el vital elemento a media noche a los sectores de la zona Centro, Bellavista, parte de la Borja y la Roma.
Es el colmo que las supuestas bombas de agua no den abasto o cuando menos proporcionen más horas de agua a los usuarios ante e ingrato calor que está haciendo.
Y para acabarla de fregar la Comisión Federal de Electricidad hace lo propio con sus mentados apagones que para nada sirven solo para afectar los pozos de agua cuyas bombas se deterioran cada vez que sucede.
A seguir aguantando estas condiciones cada vez más precarias.
Oigan pues eso de las impugnaciones está pal perro.
Lo decimos porque al parecer muchas no procederán y a otras les darán largas con toda la mala intención de que los interesados en una solución a su favor se cansen.
Ahí está el caso de los perredistas de Castaños que a grito pelado están pidiendo que se anule la regiduría que le dieron a la candidata de Encuentro Social Irasema González Treviño porque iba en coalición con el PAN y a estos últimos también les dieron una regiduría.
Situación que es de todos sabido que puso los pelos de punta a los perredistas que hasta cierto punto tienen razón.
Bueno ya van a ser tres semanas que se llevó a cabo la impugnación y es tiempo que no se tiene respuesta.
Quesque porque son muchas las impugnaciones que hay, que hay que analizar bien las cosas y quien sabe qué tanto pretextan los del TRIFE, pero el caso es que están atascadas.
Nadamas falta que la mentada impugnación de los perredistas de Castaños la dejen para el final por no considerarla importante o porque le darán para atrás como se teme suceda.
Hasta Mañana.
