Las zonas sur oriente, sur poniente, y oriente de Monclova se ven profundamente afectadas por el preocupante aumento en el consumo de estupefacientes, según señaló el Presidente Municipal. En un esfuerzo por abordar esta problemática, el municipio ha intensificado sus medidas preventivas; no obstante, subrayó la necesidad imperativa de abordar de raíz el problema de la venta de drogas.
Mario Dávila Delgado expresó su pesar ante las recientes revelaciones a nivel estatal sobre el impacto devastador del consumo de cristal en la cohesión familiar, dejando a numerosos niños desamparados, como lo afirmó la titular de la PRONNIF en el Estado, María Teresa Araiza Llaguno, quien ha mencionado casos de menores abandonados.
"Es fundamental abordar este asunto desde su raíz, ya que afecta a la seguridad pública, la salud individual, los índices de robo, y desencadena problemas en los centros de rehabilitación. Es comprensible que la titular de la PRONNIF haya destacado este problema. Sin embargo, es responsabilidad de las autoridades pertinentes abordar este desafío que, hasta ahora, ha sido descuidado", enfatizó.
Dávila Delgado resaltó el sufrimiento de los niños debido a la desintegración familiar, que repercute negativamente en su identidad, crecimiento y desarrollo emocional, psicológico y físico, subrayando que esto no es lo ideal para una sociedad. Por lo tanto, insistió en la necesidad de corregir la causa principal de este impacto, que radica en el origen, la venta y el consumo de drogas.
El alcalde señaló que el municipio carece de capacidad para ofrecer tratamiento a las adicciones a través de centros de rehabilitación, limitándose a la prevención y a la atención clínica y psicológica. Destacó que la responsabilidad recae en la federación, que debe asignar recursos a través de los estados para la atención de personas con adicciones, llevada a cabo por el sector de salud.
El impacto de esta problemática en el municipio abarca aspectos de salud pública que deben ser atendidos, así como conflictos familiares, problemas de seguridad y conflictos comunitarios. Es una cadena de problemas que no está recibiendo la atención adecuada. "Estamos haciendo lo que nos corresponde al detener a las personas en estas condiciones y reportarlas o entregarlas al Ministerio Público, pero el problema persiste. Debemos encontrar una solución", concluyó.
