"La impotencia y el coraje, desencadenados por la muerte de su hijo el pasado mes de marzo, llevaron al señor Abundio a enfrentarse a los trabajadores del Centro de Rehabilitación Sanaréh, a quienes responsabiliza de haber entregado a su hijo casi muerto.
Raymundo, un joven de 31 años, había estado internado en el centro durante nueve largos meses, luchando contra sus propias batallas. Sin embargo, la tragedia golpeó aún más fuerte cuando fue entregado por los trabajadores del anexo con un derrame cerebral severo apenas el mes anterior. A pesar de los esfuerzos médicos, Raymundo falleció días después de su llegada a casa.
La familia de Raymundo devastada por la pérdida de su ser querido, no ha podido encontrar consuelo en medio del dolor. El señor Abundio, en un acto de desesperación y búsqueda de respuestas, confrontó a los empleados del anexo, señalándolos como los responsables de la muerte de su hijo.
La familia de Raymundo exige una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias exactas que rodearon la muerte de Raymundo y asegurar que se haga justicia.
Además, en un acto de solidaridad y compasión hacia los demás internos y sus familias, la familia del señor Abundio acudieron al exterior del anexo para ayudar a aquellos que aún permanecen dentro, invitándolos a que saquen a sus seres queridos lo antes posible del lugar. Conscientes del dolor y la preocupación que enfrentan otras familias, desean evitar que más personas sufran tragedias similares
