Como cada tarde del domingo, personas adultas y de la tercera edad, acuden a la explanada de la Gran Plaza, en la entrada de Piedras Negras, a disfrutar de la música de antaño que deleita la banda municipal.
Algunos vienen de la vecina ciudad de Eagle Pass y disfrutan de una tarde placentera, escuchando y bailando al son de melodías de sus tiempos y modernas.
Otros arriban después de cumplir con la misa del domingo y de ahí, se pasan a complementar su día con una alegre tardeada.
La alegría de sentir en la sangre esa juventud que algunos dejaron atrás hace tiempo, vuelve a resurgir al escuchar y bailar con su joven corazón.
“No me pierdo ni un domingo, aquí ando siempre”, señaló don Celestino Hernández, quien a todo pulmón sigue las letras de sus canciones preferidas.
Otros solamente acuden a estar sentados, algunos hasta llegan con su propia silla, disfrutan con un refresco del cielo de Piedras Negras.
Existen los que se ponen de acuerdo como en su adolescencia, para verse ese día y en el mismo lugar, otro casualmente se encuentra y se saludan recordando sus viejos, pero buenos tiempos de su juventud.
