El profesor acusado de abusar sexualmente de varias alumnas en la primaria Jaime Torres Bodet de Praderas, compareció este jueves en el Centro de Justicia, donde escuchó los cargos en su contra y pidió tiempo para demostrar su inocencia.
Se trata del profesor Ricardo “F”, maestro de quinto grado, que fue señalado por tres alumnas de haberles hecho tocamientos impropios, considerado por la ley como abuso sexual.
El docente acudió a las 12 del mediodía a la Sala 4 del Centro de Justicia Penal de Frontera donde comenzó el proceso legal en una de las tres denuncias que enfrenta.
De acuerdo a la información del expediente 68/2018, los hechos se denunciaron a inicios de mes cuándo una de las menores le contó a su mamá que su maestro le había hecho tocamientos cuando sus compañeros estaban distraídos en una actividad.
Según la versión de la menor, el maestro le pidió que pasara a su escritorio mientras sus compañeros realizaban una actividad donde aprovechó el momento y le hizo tocamientos en sus partes íntimas, por lo que no dudó en decirles a sus padres.
Además refirió que otra de sus compañeras sufrió de la misma situación, quien también fue llamada a declarar donde refirió los mismos detalles de la agresión, lo que robusteció el expediente. Dentro de las pruebas que existen contra el educador se encuentra el testimonial de las menores, quienes refieren que fueron víctimas de este abuso, pues existen coincidencias importantes que lo demuestran.
Al escuchar las pruebas en su contra, la defensa legal del docente solicitó la duplicidad del término presuntamente para aportar pruebas que permitirán demostrar su inocencia del delito que se le acusa.
Solo una hora más tarde, Ricardo Eleazar compareció nuevamente ante el juez por el otro caso de abuso sexual donde se le dio conocimiento de la acusación y nuevamente pidió una prorroga a la autoridad judicial.
El delito que se le imputa no es considerado por el Código Penal del Estado como de gravedad, por lo que el docente quedó en libertad solamente con el apercibimiento de no acercarse a las víctimas, ni a la institución educativa.
