Una condena de 80 años de prisión recibieron Paulo “Ch” y Ulises “R”, responsables de secuestro agravado y el homicidio del joven Alán Eduardo Rosales, por lo que ayer mismo fueron trasladados al penal de Saltillo donde pasarán prácticamente el resto de sus vidas.
A las 10 de la mañana de este lunes, los delincuentes comparecieron por última ocasión en el banquillo de los acusados del Centro de Justicia Penal de Frontera donde les dictaría sentencia por el delito que cometieron.
De acuerdo al expediente 086/2017, en abril del año pasado Paulo, Ulises y tres personas más sacaron por la fuerza a la víctima de un establecimiento de la zona Centro de Frontera.
Los secuestradores lo llevaron a la antigua zona de tolerancia, donde lo golpearon en diferentes partes del cuerpo, para después dejarle caer un pedazo de bloque en la cabeza que terminó por arrebatarle la vida, posteriormente quemaron el cuerpo para que no fuera identificado.
La autopsia estableció que la causa de la muerte del joven de 19 años fue traumatismo craneoencefálico, incluso dentro de las pruebas que se desahogaron contra los delincuentes fue la pieza de piedra utilizada para arrebatarle la vida que contaba con sangre de la víctima y huellas dactilares del agresor.
Aunque en el expediente se establece que son cinco los involucrados en el asesinato del joven, actualmente las autoridades solamente se ha detenido a Paulo y Ulises, quienes enfrentan el proceso legal en su contra.
Antonio Liñán, sobrino de la ex primera dama de Frontera, María Elena Liñán Saavedra, quien es considerado el autor intelectual del crimen al querer vengarse por una golpiza que había recibido anteriormente, se encuentra prófugo de la justicia.
Durante la última audiencia, el tribunal dio lectura a la sentencia de 80 años de prisión para cada uno de los acusados, además deben pagar una reparación del daño de 320 mil pesos a los familiares del fallecido.
Los sentenciados fueron trasladados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Saltillo donde pasarán el resto de sus vidas.
