MONTERREY, NL.-El renacimiento del Salón de la Fama en la Ciudad es una muestra más de que los nuevos vientos impulsan fuertemente el resurgir del béisbol nacional.
Decenas de inmortales bajaron del olimpo para visitar al que ya es su nuevo hogar y que les fue entregado por el mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador, un apasionado al "Rey de los deportes".
La ceremonia inaugural produjo una mezcla de sentimientos encontrados, que iban desde la nostalgia del béisbol pasado, hasta una visión optimista de lo que depara a la "pelota caliente" mexicana para el futuro.
Alrededor de 600 personas asistieron a la ceremonia de apertura del nuevo recinto beisbolero, enclavado en terrenos del Parque Fundidora, a un costado del canal del Paseo Santa Lucía.
"Hoy comienza un sueño más para el béisbol mexicano, una obra hecha con todo mi amor por México, un País campeón.
"Tenemos todo para lograr los mejores trofeos a nivel mundial, sólo falta decisión y compromiso, así que comencemos a actuar como se juega el buen béisbol: jugar en equipo", dijo en su discurso el empresario capitalino Alfredo Harp Helú, quien destinó 350 millones de pesos para la construcción del inmueble.
El Presidente se remontó en el túnel del tiempo para contar cómo se enamoró del béisbol y también aprovechó su intervención para agradecer a Harp Helú una más de sus aportaciones a este deporte.
"Muchas gracias, Alfredo, ¡Párate para que te ovacionemos y que sigan habiendo muchos jonrones con casa llena!", enfatizó López Obrador.
El Gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, habló de las virtudes que ofrece adentrarse en este deporte.
"El béisbol nos da disciplina, nos hace tener amigos y echarnos unas caguamas en el estadio", refirió "El Bronco" en un desarticulado mensaje.
Al término de la ceremonia, Harp Helú y su comitiva acompañaron al Presidente a hacer un recorrido por el Salón de la Fama.
Ambos ingresaron a una jaula de bateo y fueron capaces de conectar con solidez pitcheadas a una velocidad de 50 millas por hora.
¡Que macanazos!
