San Buenaventura, Coahuila.- “Pedacito de tierra de mi solar norteño, que evocas en mi mente , mil recuerdos de ayer; eres hospitalario, romántico y risueño, rinconcito querido que me viste nacer” dedicó en sus redes la alcaldesa Gladys Ayala Flores.
En el marco del 272 Aniversario de la Fundación de San Buenaventura, Coahuila la alcaldesa compartió en sus redes un apartado del Historiador Horacio Domínguez la Historia del municipio haciendo referencia que fue atormentada en sus comienzos, como la de poblaciones antiguas de Coahuila, que hubieron de ser fundadas varias veces y en ocasiones en diferentes lugares, debido a la inestabilidad de los habitantes naturales y a la escasez de bienes fáciles de riqueza, que era lo que buscaba el conquistador español.
Destacados sambonenses firmaron en la publicación virtual una felicitación por el aniversario como el Director General del Instituto Politécnico Nacional “Felicidades San Buena, cada día nos sorprendes con el empuje y la grandeza de tu gente. San Buena se sigue transformando a si misma. Felicidades Alcaldesa”.
El reconocido cardiólogo Dr. Humberto Rodríguez también deseó más prosperidad a su inolvidable pueblo que lo vio crecer desde Ejido El Cerrito “Felicidades a mi querido e inolvidable pueblo y a su gente trabajadora y voluntariosa. Congratulaciones para la alcaldesa Lic. Gladys Ayala Flores ejemplo de los sambonenses”.
La primera fundación de la Misión de San Buenaventura la efectuaron; Fray Manuel De la Cruz, Fray Esteban Martínez, Fray Francisco Peñasco y Fray Juan Barrera en el año de 1674 en el paraje llamado de las Cuatrociénegas, donde no pudo mantenerse, siendo cambiada al sitio de Contotores, extinguiéndose poco después a consecuencia de sangrientas reyertas entre las mismas tribus que la formaban (Tocas, Cabezas, Contotores y Bauzarigames vs Tobosos).
Renace la Misión en 1682 cuando fray Martín Ponce la estableció en otro lugar con indios Colorados, donde tampoco prosperó, cambiándose al cabo de algunos años en otros lugares; pero allí sufrió, igual que la Misión de Nadadores, las depredaciones de indios en 1713 y 1714 y finalmente a donde se encuentra la actual villa.
La Misión de San Buenaventura de los Colorados, contaba con 23 sitios de ganado mayor, 23 sitios de ganado menor y 8 caballerías de tierra con una saca de agua a partir del Paso de Mancas (lomerío de Santa Gertrudis), bienes que, por estar semiabandonados, el gobernador de Coahuila Blas De la Garza Falcón, trató de adjudicarse, lo que evitado por la protesta del Comisario de las Misiones de Coahuila fray Juan Guevara en 1734.
Por fin, ante tantos fracasos ocasionados principalmente por las fatídicas encomiendas que casi extinguieron las tribus indias, en 1747 el virrey Juan Francisco de Güémez y Horcasitas, conde de Revillagigedo, dispuso que se acabara la misión y en su lugar se formara un pueblo con familias españolas de la villa capital, Santiago de la Monclova, que no tuvieran tierras y se comprometieran a cultivar las que se les adjudicaran, a construir casas y pagar una pequeña indemnización a los sobrevivientes de la misión.
Entonces el gobernador de Coahuila brigadier Pedro Rábago y Teherán, entre el 28 de mayo y el 1° de junio de 1748, señaló solares; para plaza, iglesia, vivienda, huertas y labores para 36 familias con un total de 173 personas, adjudicándoles 87 caballerías de tierra de pan llevar, 36 solares, sacas de agua etc., dentro de los 4 sitios de ganado mayor medidos en 1744, quedando así fincado definitivamente el poblado, hace 272 años , con el nombre de Pueblo de Nuestra Señora de Guadalupe de Horcasitas del valle de San Buenaventura de los Nadadores.
A partir de 1748 la vida de los habitantes se fue desarrollando en condiciones favorables, dedicados a labores agropecuarias, dadas la buena calidad de las tierras y la abundancia de aguas. Ha sido desde entonces una comunidad modelo de orden de unión, de trabajo y de sanas costumbres. El origen común de las familias fundadoras, emparentadas entre si, antes y después, ha culminado en nuestros días, después de más de 2 siglos de existencia pacifica, en un emporio de riqueza y de cultura, en lo más valioso es el elemento humano, forjado de una tradición y abolengo de decencia y de amor al progreso y al terruño.
Actualmente legiones de los sambonenses trabajan y se afanan, dentro y fuera del pueblo, por aumentar la fama y el prestigio de su tierra natal; ilustres maestros, poetisas, competentes profesionistas, artesanos, etc. Y una juventud pujante y estudiosa, heredera de grandes virtudes. Y sobre todo y ante todo, la mujer de mi pueblo, madre maestra, compañera, fértil simiente de generaciones constructivas y fecundas, que en el pasado y en el presente constituyen el magnífico tronco que alimenta con su savia de amor y de felicidad el grandioso destino de nuestro hermoso girón de tierra mexicana.
