El lugar se ha convertido en centro de reunión de viciosos y parejitas de estudiantes
La señora Marcela Garza, comerciante de la Gran Plaza o mejor conocida como “placita del pantano” es dueña de uno de los tres únicos negocios que se encuentran activos en el lugar, pero ya está trabajando en su cambio después de 15 años ya que se ha convertido en un nido de maleantes.
Desde jovencitos drogadictos hasta adultos borrachos e incluso parejas de estudiantes se meten al interior de esta plaza para hacer de las suyas, aprovechándose de que este no cuenta con ningún tipo de portón que les limite su entrada.
“El dueño del negocio nos ha dicho que invertirá para la instalación de unos portones en los pasillos de la plaza pero es un proyecto que no se ha cristalizado, estamos desesperados porque nadie hace nada por nosotros, ni siquiera Seguridad Pública nos atiende las denuncias”.
Doña Marcela tiene ya más de 15 años de vender en esta plaza comercial y aunque ha dedicado gran parte de su vida a este negocio familiar, asume que su seguridad y sobre todo tranquilidad no tiene precio por lo que ya está adecuando un local en su domicilio.
“Sobre todo en el regreso a clases es cuando más índice delictivo se presenta en estos locales abandonados, porque se vienen parejitas de estudiantes, un día por la tarde aquí se encuentra de todo y nadie pone atención”.
En diferentes ocasiones Protección Civil señaló que se cercaría este espacio para evitar que se sigan sumando más actos de vandalismo pero fue una promesa que no se cumplió y hasta la fecha los únicos que siguen perdiendo son los locatarios.
Comentó Marcela Garza
Sobre todo en el regreso a clases es cuando más índice delictivo se presenta en estos locales abandonados, porque se vienen parejitas de estudiantes, un día por la tarde aquí se encuentra de todo y nadie pone atención”.
