Las radiografías son unas pruebas rápidas e indoloras por las que se generan imágenes de la estructura interna del cuerpo en especial de los huesos. Estas suelen ser seguras en la mayoría de las veces, salvo en casos muy específicos y extremadamente raros podrían dañar la salud.
Existen mitos sobre las radiografías, uno de ellos es que pueden causar cáncer a causa de la exposición a la radiación pero esta es tan poca que el riesgo es realmente bajo, sin embargo hay ciertos aspectos que debes avisar al médico antes de someterte a una radiografía:
- Los niños pequeños y los fetos son más sensibles a la radiación emitida durante una radiografía, por lo que las mujeres embarazadas deben evitar las radiografías de tórax, pero en caso de alguna fractura de brazo o pierna, se puede hacer con toda seguridad ya que la radiación que llega al feto sería mínima.
- En el caso de los niños pequeños, las radiografías se deben hacer en un consultorio especialista en niños para aminorar los efectos.
- Cuando una mujer se somete a una radiografía, es importante que indique al médico si se cuenta con el método anticonceptivo de dispositivo intrauterino (DIU).
- Cuando una persona se somete a una alta radiación aumenta la probabilidad de contraer cáncer, pero para eso se requiere de una dosis muy alta, por largo periodo y concentrado en una zona del cuerpo.
En general, las radiografías no generan daño alguno, a menos que se hagan con mucha frecuencia. Sin embargo, los especialistas recomiendan que en caso de ser necesarias se realicen, pues los beneficios superan por mucho a los riesgos.
