Los hermanos Pedro Abraham y Jesús Reynold Rangel Hernández fueron el orgullo monclovense que tomaron acciones en el juego y fueron parte de la historia que marcó México, al ser la primera vez que se le gana a Cuba en un torneo oficial desplazando en el podio a una potencia en el voleibol.
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Como acomodador, Pedro movió y dirigió al equipo azteca.
La técnica, el físico y la potencia de los cubanos que eran favoritos para ganar el oro en el voleibol varonil en los juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla, Colombia fueron derrotados en 5 sets ante el golpe anímico que les dio México en el tercer set sin que pudieran reponerse.
En el duelo por el bronce, México cayó en los 2 primeros sets con parciales de 25-22 y 25-20, sin embargo los cambios realizados por el entrenador al ingresar a los jugadores de la banca, hicieron que cambiara el resultado, presionando a los cubanos.
La presión de México descompuso a los cubanos, quienes empezaron a fallar en sus remates a pesar de su altura y complexión atlética. México logra mantener la esperanza al vencer en el tercer set con un apretador marcador de 25-23.
Posteriormente el carácter del conjunto azteca doblegó a los favoritos que hicieron que clavaran la barbilla en el pecho al ser dominados con la actuación de los jugadores mexicanos donde Pedro Rangel fungió como acomodador dirigiendo a su equipo y Reynold como líbero, especialista en defensa y recepción maquillando el cuarto set con 25-22 y el quinto con 15-8.
Reynold, lució como líbero, en la defensa y recepción.
