Autor: Clarissa Guevara
Estudiante de Lic. En Derecho en Gobierno y Transformación Pública
Tec de Monterrey
Fb: Clarissa Guevara
Twitter: @clarissaguevar
A todos los jóvenes nacidos en México y que residen en E.U.A. y fueron afectados por la cancelación del programa de acción diferida DACA, el cual afecta de una manera muy injusta a más de 800 mil jóvenes inmigrantes indocumentados o bien conocidos como “Dreamers” por su condición migratoria, a pesar de su valía y aportación a sus comunidades. Son mexicanos 8 de cada 10 jóvenes pertenecientes al programa, es decir el 78 % de esos dreamers son mexicanos. Una decisión por parte del presidente de los estados unidos, totalmente discriminatoria, una medida que castiga y menosprecia a las personas de raíces mexicanas, una violación a los derechos del debido proceso que afecta de manera directa a los residentes, a las instituciones y a la economía estadounidense por la pérdida de millones de dólares en impuestos que se dejarían de generar porque los permisos de trabajo y estudio legalmente de los dreamers ya no serían renovados.
Líderes de todo el mundo se han sumado al pronunciamiento en solidaridad con los jóvenes que persiguen el sueño americano.
Sin duda alguna, los dreamers son capital humano calificado que México puede aprovechar.
¡Dreamers al grito de guerra! Considero que si no nos damos prisa en comprender que existe una nueva etapa en la relación bilateral entre México y Estados Unidos, con un amplio menú de opciones estratégicas, dejaremos escapar oportunidades que México puede aprovechar para lograr un mayor beneficio para su comunidad.
Esta madrugada del 16 de Septiembre celebremos en nombre del interés público, en nombre de un México ganador para muchos y no sólo para unos cuantos. En pocas palabras, actuemos en nombre de los habitantes de esta nación y de sus derechos.
Ahora bien, será trabajo de todas y todos el alzar la voz por un estado democrático con una convicción compartida de que nuestro país es cambiable y que de ahora en adelante no esperaremos salvadores, sino reconoceremos nuestra labor como ciudadanos para organizarnos y exigir nuevas reglas, en lugar de jugar con las ya existentes, y que de ninguna manera toleraremos las grandes omisiones ni las pequeñas sumisiones, repudiamos la discriminación y celebraremos la unidad nacional, pues las soluciones están ahí, esperando para ser instrumentadas.
¡Viva mexico y sus mexicanxs! Viva el sueño mexicano.
