SABINAS, COAH.- Fue el panteón Santiago también conocido como panteón “Viejo” el cual se encuentra en la colonia Santa Cruz, el primero que se instaló en Sabinas para sepultar a los difuntos, el 18 de febrero de 1885 cuando se puso al servicio de los pocos habitantes de la comunidad, el primero en ser sepultado en él fue un extranjero llamado John Ratigon según registra Ramiro Flores Morales cronista de la ciudad en su libro Efemérides del municipio de Sabinas, Coahuila de Zaragoza.
Anteriormente, los fallecidos eran sepultados en el municipio de San Juan de Sabinas, empleando para ello toda una jornada que le llamaban antes a varios días para el evento luctuoso.
En ese tiempo no había funerarias, se velaba a los muertos en las casas, la gente acudía a elevar unas plegarias por el difunto y se cumplía con novenarios posteriores a la sepultura, en el cuarto donde se velaba al muertito en una caja rudimentaria de madera, se colocaban cirios en los costados y cuando se llevaban a enterrar a la persona se ponía en el piso una cruz de cal que duraba varios días.
A los enterradores de esos tiempos se les llamaba carretoneros porque no contaban con autos o carrozas como ahora sino que llevaban a los muertos en un guayín y la gente caminaba hasta el panteón para acompañar a quien fallecía.
Algunas de estas costumbres se siguen conservando, pero ahora se cuenta con más panteones como el San Fernando que está ubicado en la calle Cuauhtémoc y Amador Chapa y el parque funerario San Antonio por la calle Álvaro Obregón en la colonia Gobernadores, estos panteones lucen en mejores condiciones que el panteón “Viejo”.
Actualmente, el panteón ha recorrido sus terrenos hacia el oeste, ante la imposibilidad de albergar más cuerpos, hay mucho descuido, algunas lápidas han sido removidas para reconstruirlas pero no se ha tenido el cuidado de sacar los escombros, entonces los deudos arrojan en estos restos de flores marchitas u otros objetos convirtiéndolos en basureros.
El estado de algunas tumbas antiguas en algunos casos es de abandono, pues los difuntos pertenecen a principios del siglo pasado, mas no falta un visitante del panteón que coloque algunas flores en esas tumbas.
En realidad, la fecha de la primera persona sepultada coincide con la llegada de los primeros habitantes de Sabinas provenientes de Santo Domingo, consignado por el cronista el uno de junio de 1883 cuando salieron de Santo Domingo los pioneros que se aventuraron a ir en pos de un sueño, de una ilusión, de un mejor futuro para ellos y su linaje: Antonio Arizpe y Margarita Ramos de Arizpe y sus hijos Francisco, Juana y Margarita Arizpe; Tomás Arizpe y sus hijos Juan María, Gracia y Jovita; Arcadio Ramos y Rafaela Arizpe e hijos Tomás y María Ramos Arizpe y Juan Pablo Aguirre, entre otros que poblaron Sabinas y se instalaron cerca de la ribera del río Sabinas.
Estar en el cementerio hace que se recuerden algunas historias que se van contando de generación en generación, no faltan aquellos que afirman haber visto aparecidos, el escuchar que alguien los llama, quejidos de dolor.
Versiones señalan que al momento de cavar una sepultura se han encontrado fetiches de personas con cientos de alfileres clavados en su cuerpo, así como también “pomitos” (botellas con fetos humanos con preparaciones especiales con la intención de dañar a determinada persona), e incluso se habla de que hay quienes han intentado comprar huesos o cabello de muerto para realizar sus “trabajos”, solo son leyendas.
De los eventos luctuosos de épocas pasadas, recuerdan los más viejos que entre rezo y rezo se recibía a quienes acompañaban al deudo por lo menos café y comida, en algunos casos con vino.
No era muy usual que se hiciera partícipe a los niños de estos eventos, por lo general se les dejaba al cuidado de otras personas mientras se velaba al difunto o se enterraba.
En el panteón “Viejo” hay tumbas que muestran el cariño con que despidió a diversas personas y niños también, en los epitafios se leen cosas como: “Dijo Jesús, yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque esté muerto vivirá”. Juan 11:25 y otra que dice: “Así como la flor en su temprana vida se agota y se marchita, privándole la vida, así tú hijo querido nos privas de tu visita dejando en nuestras almas las huellas del dolor”.
Y en algunas lápidas solo quedan pedazos de piedra con la que antes construían las lápidas, lo que sí es evidente es la falta de limpieza de este panteón, remover los escombros y basura que la misma gente deposita ahí, rescatar lo que en algún tiempo fue el único lugar donde los sabinenses depositaban a sus familiares.
ANTIGUAS COSTUMBRES
- Los difuntos eran velados en las casas; luego seguían los novenarios posteriores a la sepultura.
- En el lugar donde se velaba se colocaban cirios en los costados y cuando se llevaban a enterrar a la persona se ponía en el piso una cruz de cal.
- Los carretoneros llevaban a los muertos en un guayín, y la gente caminaba hasta el panteón para acompañar a quien fallecía.
18 de febrero de 1885
Fecha en que se puso al servicio de la comunidad.
Así como la flor en su temprana vida se agota y se marchita, privándole la vida, así tu hijo querido nos privas de tu visita dejando en nuestras almas las huellas del dolor"
Se lee en un epitafio
