CIUDAD DE MÉXICO.- Cuerpos sudados y golpeados, éxtasis y protesta social resumen el concierto que Panteón Rococó dio el sábado en el Palacio de los Deportes, ante 25 mil almas, según los organizadores.
La banda había lanzado una aplicación web en la que los fans votaron por sus más de 25 rolas favoritas, mismas que se se tocaron una a una, desde las 21:05 horas, empezando con "Arréglame el Alma".
El estallido de un cohetón, luces recorriendo cada rincón del lugar y la proyección de imágenes en una pantalla circular anunciaron que era hora del destrampe. Un escenario de 360 grados, clavado en medio del lugar, captó las miradas de los fans.
En la explanada no tardaron en abrirse los primeros círculos de slam y desde las gradas volaban vasos aplastados como discos y otros llenos de líquidos.
Llegó el tiempo de "Asesinos" y en la pantalla aparecieron imágenes de los ex presidentes priistas Gustavo Díaz Ordaz y Carlos Salinas.
Como tregua a la intensidad inicial, la banda ofreció "La Rubia y el Demonio" y luego incorporó un bandoneón para "Vendedora de Caricias".
"Cúrame", que en la dinámica de la agrupación consiguió 5 mil 128 votos, más que ninguna otra petición, no podía faltar.
Y hubo tiempo para invitados como Luis Humberto Navejas, de Enjambre, quien cantó "¿Qué Pasará?", y Ro Velázquez, de Liquits, en "Acábame de Matar".
Pero los invitados más vitoreados fueron dos niños de público que, tras ser invitados al escenario, se quedaron arriba, corrieron por todo el escenario, hicieron vueltas de carro y uno de ellos, de nombre Gael, hasta se levantó de manos.
"Ya mañana los moretones, ya mañana las gargantas jodidas. Vámonos a casa pedos y madreados", dijo Dr. Shenka, vocalista, para cerrar la noche con "La Dosis Perfecta" y "La Carencia".
