Juez lo multa, además, con el pago de 500 días de salario
Por el delito de feminicidio, Juan Carlos Montejano Castro, acusado de rociar con gasolina e incendiar viva a su pareja recibió una sentencia de 50 años de prisión, además deberá cumplir con la reparación del daño a los familiares de la víctima.
A las 10 de la mañana de ayer, Montejano Castro acompañado de su abogada de oficio, regresaron al Centro de Justicia Penal en Frontera para continuar con la última etapa del proceso legal en su contra, donde recibiría sentencia del delito.
El Agente del Ministerio Público, Josué Reyna acompañado del papá de la víctima, Jorge Sánchez, dio a conocer que los resultados de las pruebas periciales, testigos, la última declaración de la víctima, así como otros datos, establecen la responsabilidad del acusado en el delito de feminicidio, es por ello que solicitaron la pena máxima establecida por la ley.
De acuerdo a la información que obra en el expediente 29/2015, establece que los lamentables hechos sucedieron el seis de abril del 2015, cuando Sánchez Montañez fue rociada e incendiada viva por su pareja en su domicilio de la calle Occidental de la Zona Centro de Frontera.
Montejano, aprovechando que estaba dormida, la bañó en gasolina para prenderle fuego, lo que ocasionó que en cuestión de segundos la mujer comenzara a arder en llamas, sin que nadie hiciera nada para ayudarla, afortunadamente sus intentos desesperados dieron resultado, logrando apagar el fuego que la consumía para después ser trasladada por un taxista a la clínica 7 del Seguro Social.
Debido a la gravedad de sus heridas, fue necesario trasladarla a un hospital especializado en quemaduras, donde luchó por casi 10 días .
La joven falleció en la clínica 21 del IMSS en Nuevo León, donde elementos de la PGJE, tomaron conocimiento de la muerte para posteriormente enviar el parte médico a Coahuila.
Éricka Castro, hermana del acusado, declaró que en diversas ocasiones presenció cuando su hermano agredió a su cuñada.
Dijo que el día de los hechos, ella fue la primera en ver a Karina cuando presentaba las graves quemaduras en diferentes partes del cuerpo; minutos después recibió una llamada de su hermano, quien le pidió le dijera a sus papás.
“Sinceramente nunca los vi agarrarse a golpes, pero tenían problemas con la tomada, cuando ya se les subían las copas, empezaban las agresiones”.
En su declaración, familiares, amigos, además de vecinos de la pareja narraron los constantes episodios de violencia que sufría la joven en manos de su pareja, es por ello que decidió dejarlo, pues quería un mejor futuro para ella y para su hijo de siete años.
Entre los testigos que presentó la Procuraduría General de Justicia en contra del acusado se encuentran familiares, amigos, así como personas allegadas a la pareja, quienes presenciaron las agresiones, además declararon los constantes episodios de violencia que vivía.
Después de ocho horas de audiencia, el tribunal dictó una sentencia de 50 años de prisión en un centro penitenciario del Estado, cubrir 500 días de salario de multa, además de la reparación del daño a los familiares de la víctima.
Cabe mencionar que es la segunda ocasión que un hombre recibe esta sentencia por el mismo delito en la región, pues anteriormente el tribunal condenó a medio siglo de prisión a Nicolás Galaviz también por rociar y quemar viva a su pareja, Yirna Rábago.
Cabe mencionar que es la segunda ocasión que un hombre recibe esta sentencia por el mismo delito en la región, pues anteriormente el Tribunal condenó a medio siglo de prisión a Nicolás Galaviz, también por rociar y quemar viva a su pareja, Yirna Rábago.
