Tras el sismo registrado el 19 de septiembre de 1985, la vida de Mario Carranza tomó un nuevo rumbo
A pesar de sus estudios y profesión de odontólogo, la adrenalina, la emoción de estar en los aires y la libertad que da el recorrer todo el País, generaron que Mario Carranza se decidiera por la profesión que desde 1985 tiene, fabricar y volar globos, aún a costa de tener que separarse de su familia.
Teniendo su profesión, que se convirtió en una de sus pasiones, en 1985, Mario Carranza se vio en la necesidad de buscar una segunda fuente de ingresos, su profesión no redituaba lo necesario para el sostenimiento de su hogar y los problemas comenzaban a surgir.
Incluso, hacer sacrificios para alcanzar sus metas de ser uno de los mejores odontólogos en su estado natal como lo es Puebla, no redituaban lo necesario para los materiales y herramientas que en su consultorio se requerían.
El panorama no podía ser peor y viviendo en aquel entonces en la Ciudad de México, Mario vio cómo su pequeño patrimonio se reducía a la nada tras el sismo registrado el 19 de septiembre de 1985, justo cuando estaba a punto de tener un logro en medio de los problemas, porque justamente esa semana le serían entregadas las escrituras de su hogar, situación que no se concretó hasta un mes después, cuando le fue entregada otra vivienda por parte del Gobierno como una víctima más de aquel sismo.
Fue entonces cuando su hermano Miguel a quien le apasionan los vuelos, sugirió comprar un globo aerostático, se empezaban a usar en el País y causaban sensación, pero ahí aparecía nuevamente el problema por la falta de recursos y el alto costo del globo parecía que no les permitiría lograr su objetivo.
Mario Carranza, detalló que fue justo antes de concluir el mes de octubre cuando una mañana su hermano le dijo “ya tengo la máquina de coser, vamos por la tela, ya vendí mi carro” justo esa mañana inició esa aventura que hasta hoy en día sigue vigente.
Tras construir su primer globo, parecía que la suerte cambiaba para los hermanos Carranza, pero a Mario las cosas se le complicaban en su hogar, ya que tras conseguir tres grandes patrocinios con marcas comerciales, de productos de belleza, los viajes dentro de la república se comenzaron a replicar de manera constante.
Eso generó que el consultorio en el que había puesto todas sus esperanzas fuera cerrado, pero los resultados económicos empezaban a notarse, sin embargo, tras varios meses de viajes constantes para volar en el cielo de toda la república, las complicaciones familiares se notaron de manera constante, al grado tal que Miguel Carranza tomó una determinación de la que dijo hasta hoy en dia no se ha arrepentido.
La decisión de separarse de su esposa, permitió que hasta hoy en día siga viviendo cada día una nueva aventura, porque su mejor decisión, dice “me ha llevado como los globos, a donde el viento lo quiera”, aseguró Mario Carranza.
