Por su parte Esra Cavazos Licenciada en Comunicación con Maestría en Educación especializada en este ramo se refirió a esta nueva generación como nativos digitales.
“Son aquellas personas que desde su nacimiento conviven con la tecnología, las computadoras, los teléfonos inteligentes y los videojuegos, todos los demás que tuvimos que adaptarnos a ellos somos inmigrantes digitales”, precisa.
Expresó que existe una brecha generacional entre uno y otro, y la labor de los padres de familia es crear puentes de comunicación a través de un conocimiento más amplio de la tecnología.
“La tecnología no es mala, el uso que le damos marca la pauta, pero en el caso de los jóvenes es contar con padres y maestros que conozcan los alcances de la tecnología y se involucren en el proceso de enseñanza”.
En el aspecto positivo la tecnología nos ayuda a interactuar con personas en un mundo globalizado, tener una comunicación oportuna y desarrollar habilidades que permitan ser potencializadas.
En el área negativa el exceso de información basura, el contenido sexual, el aislamiento social, el “gruming” o el acoso sexual, son temas a los que los niños y jóvenes se enfrentan todos los días en soledad.
“Las redes sociales se han convertido en un escaparate, en un medio de interacción, no es lo mismo tener un perfil de Facebook que saber usarlo”.
Consideró que el problema es el exceso, cuando se deja de producir, de sociabilizar, por querer solamente estar texteando.
A pesar de los avances tecnológicos, lamentó que en las escuelas los maestros no utilicen las herramientas tecnológicas de manera eficiente y solo se empleen para crear grupos y encargar tareas.
“Cuando los niños están pequeños les damos un Ipad o un celular para que se callen, en la casa condicionamos el módem a tener buenas calificaciones, y creo que no es la forma correcta de acercar a nuestros hijos a las nuevas tecnologías”.
“Cuántos de nosotros sabemos filtrar el contenido para adultos, como bloquear el acceso a fotografías, cuántos sabemos cómo operan las redes sociales, el problema creo es dejar solos a nuestros hijos en este proceso y no involucrarnos aprendiendo”.
Agregó que lejos de asustarnos o alarmarnos, como padres debemos acercarnos a las nuevas tecnologías, aprender, lo que implica un proceso de inversión necesario para evitar que como padres estemos ajenos a este fenómeno mundial.
“Lo que ocurrió en Monterrey es un suceso social alarmante que nos debe hacer reflexionar, pero no para culpar a la tecnología, si no para analizar que estamos dejando de hacer como padres al no involucrarnos en las nuevas tecnologías”.
Además de la importancia de inculcar valores, predicar con el ejemplo, mantener un diálogo abierto con los hijos, pero sobre todo aprender sobre las nuevas herramientas de la información.
“No estoy en contra de la operación mochila, pero esto es solo atacar una consecuencia, el sector educativo debe orientar a nuestros hijos, a los maestros y orientarnos a nosotros como padres para conocer esta fascinante herramienta y no quedarnos fuera dejando solos a nuestros hijos y exponiéndoles a cualquier tipo de influencia basura”.
María sale de su hogar con el celular en mano, tropezándose con cada piedra y obstáculo, antes de abordar el camión que la llevará a la escuela, mientras sus padres ajenos desconocen el mundo que se mueve a su alrededor. “Despierta María…despierten padres de familia.”
