Con doblete de Édgar Méndez, el Cruz Azul comenzó el Apertura 2017 derrotando 2-0 a Tijuana en el estadio Caliente, inmueble en el cual no había ganado
agencia reforma / la voz
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De la mano de su refuerzo Édgar Méndez, La Máquina ganó por primera vez en el Estadio Caliente, al vencer 2-0 a los Xolos, en el arranque del Apertura 2017.
El mediocampista no le falló a su técnico Paco Jémez, y apareció anoche al 20’ y 82’, para darle el primer triunfo del torneo a su nuevo club. El conjunto cementero nunca había podido ganar en casa del Tijuana, desde el Apertura 2011, cuando el club fronterizo se estrenó en Primera División.
Los celestes fueron más equipo que los de Eduardo Coudet, quien se estrenó como timonel en México.
Al local le faltó conjunción y más futbol de sus refuerzos, además de que batalló para tener el balón en media cancha, donde extrañó al refuerzo del América, Guido Rodríguez.
Pero si Cruz Azul evitó una mala noche fue también con colaboración del portero Gibrán Lajud.
El canterano celeste no supo controlar un cabezazo de Méndez en un tiro de esquina.
El volante español sepultó pronto cualquier atisbo de fantasmas, porque apenas un minuto atrás, su compañero Adrián Aldrete había desperdiciado un penalti, al reventar el travesaño con el balón.
El lateral cobró una falta que le cometieron al chileno Martín Rodríguez, quien salió lesionado de la rodilla derecha, tras una patada de Lajud.
El sudamericano abandonó la cancha con dificultad y se notó molesto en la banca.
Si bien los celestes no dejaron de tener el balón, Xolos pudo empatar al 34’, pero Ignacio Malcorra envió por un lado su remate.
Sin embargo, los del “Chacho” Coudet no supieron ser más agresivos, pese a las entrada del refuerzo de lujo en el ataque, Gustavo Bou, al 61’; además del canterano Daniel López, al 72’, quien debutó en Primera con 17 años.
Pese a que al 80’ La Máquina perdió por lesión a Gabriel Peñalba, dos minutos después Méndez puso cifras finales en un contragolpe comandado por Martín Cauteruccio.
El español mandó pronto un mensaje no sólo al club, sino también a los aficionados, al besar el escudo de su playera en la celebración, porque al menos su futbol ya le bastó a Cruz Azul para conquistar la frontera.
