Una alumna de la escuela secundaria 5 Harold R. Pape, denunció el acoso escolar del que es objeto por parte de dos compañeras de aula, quienes la tachan de “gorda”, la golpean y la humillan al grado de que ya no quiere asistir a clases. La situación fue dada a conocer al prefecto, pero se mostró indiferente y no se preocupó por solucionar el problema. En dos ocasiones, Diana Patricia Ramos, madre de familia, acudió a la prefectura a exponer la situación, toda vez que su hija llegaba con dolor de cabeza, vómitos y muy afectada por lo que vivía en la escuela, sin embargo, sus quejas no fueron escuchadas, pues siguieron atacándola, y las agresoras ante el prefecto desmintiendo las acusaciones.
La madre aseguró que una de las jovencitas es nieta del psicólogo por ello hacen caso omiso a sus quejas.
Ana Laura López Ramos de tercer grado, dio a conocer que Bárbara Abigail y Azeneth son las alumnas que constantemente la atacan. También lo hacen por medio de las redes sociales, exhibiéndola como la “gorda” del salón.
“Yo le dije al prefecto que iba a hablar a Educatel porque aquí no me resolvían nada y me dijo que hiciera lo que quisiera. Le dije que con él ya no quería hablar, vamos a hablar con el director para ver qué nos dice”, señaló la madre de familia.
“Primero me decían cosas por face, las reporté y me empezaron a atacar, me decían cosa tras cosa. Es insoportable estar con alguien que nada más te está atacando. Voy y reporto y me dicen que no hay tiempo. Ya me desesperaron, ya no puedo más con esto, ya llegué al punto de que no quiero venir ni a la secundaria”, platicó la alumna que es víctima de bullying.
Visiblemente afectada y con lágrimas en los ojos, dijo desear tener un solo día en el que no sea atacada por sus compañeras.
Denunció que desde que Bárbara ingresó a la escuela, en este ciclo escolar, ha sido constantemente acosada por ella y Azeneth.
La madre de familia dio a conocer que sacará a su hija de la escuela aunque pierda el ciclo escolar, pues le duele el grado de afectación que le están causando.
“Yo voy a sacar a la “gordita” del salón, pero ahí se va a quedar el flaco, el orejón. Se van a quedar otros niños, el problema se va a quedar. Sé que si las dejó habrá represalias por parte de los maestros y de las niñas. Ellas sólo dicen que no hacen nada y les creen”, destacó la madre de familia.
Yo sé que mi hija está gordita,-dijo- pero nadie tiene derecho a insultarla, a faltarle el respeto.
