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Desde la adversidad surge gran escritora

Por Agencia - 27 mayo, 2019 - 02:21 a.m.
Desde la adversidad surge gran escritora“No es que el poeta busque soledad, es que la encuentra”.

Hace 94 años, un 25 de mayo nació la escritora, y diplomática Rosario Castellanos. Dedicó su vida a la incursión de diferentes géneros literarios como son la poesía, ensayo, novela, cuento y teatro; también vivió luchando por los derechos de las mujeres. Rosario tuvo una vida difícil que fortalecieron sus ganas de salir adelante y logró grandes cosas que eran sobresalientes para una mujer en aquella época.

Vivió en la época después de la Guerra Fría y también durante el surgimiento de la reivindicación de los derechos de la mujer: voto femenino, derechos sexuales y reproductivos, equidad en los estudios universitarios. Todo esto la convirtió en una luchadora feminista, de ello su obra: “El eterno femenino”.

Fue promotora cultural en el Instituto Chiapaneco de la Cultura y del Instituto Nacional Indigenista, así como secretaria del PEN Club.

Es considerada una de las mujeres escritoras latinoamericanas más importantes del Siglo XX. Por su obra recibió premios como el Xavier Villaurrutia, el Sor Juana Inés de la Cruz, Carlos Trouyet de Letras y el Premio Elías Sourasky de Letras.

Creció en la hacienda de su familia en Comitán, Chiapas. A la edad de 7 años su vida cambió por el fallecimiento de su hermano quien murió de apendicitis. Sus padres murieron en 1948. Quedó huérfana y sin mucho dinero, por lo tanto se puso a hacer lo que más sabía: escribir. Pronto se convirtió en la primera escritora de Chiapas.

En 1950 emigró a la Ciudad de México donde se graduó como maestra en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México.

En 1950 emigró a la Ciudad de México donde se graduó como maestra en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Consiguió una beca para la Universidad de Madrid donde estudió estética, becada por el instituto de Cultura Hispánica en la Universidad de Madrid. Así mismo, fue profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, así como en la Universidad de Wisconsin, en la Universidad Estatal de Colorado y en la Universidad de Indiana.

Algo que dejó mucha huella fue que durante años escribió para el periódico Excélsior. Nunca olvidó sus raíces, fue promotora cultural en el Instituto Chiapaneco de la Cultura y del Instituto Nacional Indigenista, así como secretaria del PEN Club. En 1954-5 fue becada por la Fundación Rockefeller en el Centro Mexicano de Escritores.

En 1958 se casó con el profesor de filosofía Ricardo Guerra en 1958. Tiempo después sufrió de depresión por abortos involuntarios y la muerte de una hija recién nacida. Por lo tanto, el nacimiento de su hijo, Gabriel, fue un momento importante en su vida.

En 1974 ya divorciada y viviendo en Tel Aviv, fallece a la edad de 49 años a causa de una accidente: se electrocuta al contestar el teléfono cuando salía de bañarse. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres desde el 9 de agosto de 1974.

Muchas de las obras de Rosario Castellanos contienen el tema de llamar la atención sobre la diferencia entre dos grupos, principalmente entre hombres y mujeres.

Obras de Rosario Castellanos

“Heme aquí, ya al final, y todavía no sé qué cara le daré a la muerte.”

Novelas:“Balún Canán” (1957) “Oficio de tinieblas” (1962) “Rito de iniciación” (1996)

Poesía: “Trayectoria del polvo” (1948) “De la vigilia estéril” (1950) “El rescate del mundo” (1952) “Poesía no eres tú: obra poética, 1948-1971” (1972)

Cuentos: “Ciudad real” (1960) “Los convidados de agosto México” (1964) “Álbum de familia” (1971)

Teatro “Tablero de damas, pieza en un acto” (1952) “El eterno femenino: Farsa” (1975)

10 frases de Rosario Castellanos para conocerla mejor:

“Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca.”

“Heme aquí, ya al final, y todavía no sé qué cara le daré a la muerte.”

“Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba.”

“Bajo tu tacto tiemblo como un arco en tensión palpitante de flechas y de agudos silbidos inminentes.”

“Para el amor no hay cielo, amor, sólo este día.”

“El que se va se lleva su memoria, su modo de ser río, de ser aire, de ser adiós y nunca.”

“Yo soy de los que mueren solos, de los que mueren de algo peor que vergüenza. Yo me muero de mirarte y no entender.”

“Éramos el abrazo de amor en que se unían el cielo con la tierra”.

“No es que el poeta busque soledad, es que la encuentra”.

“Heme aquí, suspirando como el que ama, y se acuerda y está lejos”.

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