Familiares y amigos despidieron al joven de 24 años Humberto Rubén, en la capilla San Gabriel ubicada en el bulevar San José, sus dos hijos no pararon de llorar desde que ingresaron al lugar acompañados de familiares cercanos, la misa de cuerpo presente fue en la parroquia de Nuestra Señora del Refugio.
Sus hijos llegaron a la una de la tarde para verlo por última vez.
Gran consternación causó la repentina muerte de Humberto, quien se encontraba ingiriendo bebidas alcohólicas con su esposa Valeria y sus dos amigos, Eloísa y Juan, en un domicilio de la avenida Montessori. Lo que era un momento de diversión entre la pareja, terminó en cuestión de minutos al dispararse el arma de fuego en la cabeza del hoy occiso.
Alrededor de la 1:00 de la tarde, los hijos de Humberto llegaron caminando a la funeraria San Gabriel, sus familiares cercanos optaron por cargarlos ya que no podían parar de llorar. Fueron recibidos por amigos y conocidos en el interior del lugar, el cual estaba abarrotado de personas que en vida compartieron momento con el joven padre y lo describieron como un gran compañero.
Seres queridos esperaban el cuerpo del joven en la parroquia Nuestra Señora del Refugio.
Los que iban llegando se abrazaban unos a otros o caminaban con la cabeza agachada al llegar al lugar, platicaban con sus conocidos y esperaban afuera a que depositaran el féretro de Humberto en la carroza fúnebre. Antes de las 2:00 de la tarde, comenzaron a salir todos de la funeraria para iniciar el recorrido por el bulevar San José rumbo a la parroquia Nuestra Señora del Refugio.
Más seres queridos lo esperaban en la entrada de la parroquia, su mamá Nancy abrazaba a sus familiares en lo que los trabajadores sacaban el féretro de su hijo para iniciar la misa solemne. Negaron dar comentario alguno a este medio de comunicación y pidieron respeto ante el dolor que están pasando y la complicada situación en la que se encuentra la viuda Valeria.
