Una víctima más de la irresponsabilidad de una conductora ebria
LIDIET MEXICANO/ LA VOZ
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“Todo lo dejamos en manos de Dios”, fueron las palabras de Edith la hija de Yolanda Carrizales, quien falleciera el pasado viernes en el borrachazo provocado por unas menores de edad, luego de que se enterara que Rubí, quien provocó el accidente fue vinculada a proceso y únicamente se le colocó un brazalete electrónico como medida cautelar.
Con el dolor por la pérdida repentina de su madre, Edith, la mayor de tres hermanos mencionó que su familia se ha abocado a vivir su luto y ya no saben más de la situación de las jovencitas que iban en el automóvil con el que se impactó su mamá.
“Las autoridades harán justicia, todo se lo dejamos a Dios, como quiera a mi mamá ya no me la van a regresar pase lo que pase”.
En la entrevista dijo desconocer sobre la indemnización que pueda dar Rubí Carrizales por la muerte de Yolanda.
“Ha sido muy difícil, ahorita todavía no lo asimilamos, no lo podemos creer, ella no nos regresará la vida de mi mamá, aunque esté ella en la cárcel, qué mas podemos hacer?”.
Mencionó que la justicia divina se hará cargo de la situación de la joven de 22 años, que imprudentemente ocasionó el percance del cual han quedado dos personas sin vida.
