Contactanos

Coahuila

Difícil de acabar con el trabajo infantil

Por Staff / La Voz - 20 julio, 2018 - 11:58 p.m.
Difícil de acabar con el trabajo infantilA su corta edad apoyan en la economía familiar.

DORA ISELA DE LA CRUZ / LA VOZ

SABINAS, COAHUILA.- Pareciera que son invisibles pero se les puede encontrar en las calles y sobre todo a la salida de los negocios limpiando carros, vendiendo frutas, empanadas, en los puestos de tacos lavando platos, como cerillitos en tiendas de autoservicio, en los lavados de carros, sin embargo muchos están dentro de casa cuidando a sus hermanos y realizando labores de hogar, la mayoría de ellos no estudian, son los menores que trabajan.

Algunos lo hacen por obtener dinero propio, otros por apoyar en la economía familiar y en algunos casos por mantener un hijo, las motivaciones son diversas, trabajan bajo las inclemencias del tiempo y bajo temperaturas muy altas o bajas, dejan algún dinero para ellos para su refresco y lo que puedan comer en la calle.

A pesar de lo duro que es trabajar a su corta edad, ellos realizan su labor con buen humor bromean entre ellos y compiten por ganar más dinero.

Save the Children México da a conocer cifras devastadoras tales como que el 50% de los niños, niñas y adolescentes viven en pobreza en México, el país se encuentra en los primeros lugares del mundo en abuso sexual, violencia física y homicidios en menores de 14 años, 4 millones de niños no van a la escuela, 7 de cada 10 niños viven situaciones de violencia en sus casas, 1 de cada 5 adolescentes se casan antes de cumplir 18 años.

Esta organización sin fines de lucro apoyó en 2016 a 398 mil niños, niñas y adolescentes en 18 entidades, para ayudar solo basta con entrar al sitio y registrarse para apadrinar un niño y sacarlo de la pobreza extrema.

El trabajo en casa es extenuante, muchas niñas tienen que cuidar a sus hermanitos.

Eduardo Moreno, no estudia actualmente pero terminó hasta segundo semestre de preparatoria, manifestó que gana aproximadamente 200 pesos diarios limpiando vidrios y de esos da 150 a sus abuelos para apoyar en la casa, él no vive con sus padres.

“Yo me quedo con 50 a veces 20 para mis gastos”, no quiso decir porqué no vive con sus padres, solo dijo que por problemas él y su hermano viven con los abuelos y pues hay que apoyar, dijo que si tuviera posibilidades continuaría estudiando.

Alberto Díaz de 17 años vende fruta afuera de una tienda departamental, reconoció que sus padres sí podían pagarle unos estudios pero él prefirió hacer negocio para mantenerse el mismo, dijo “a mí me gusta trabajar, me gusta el negocio”, quizá este joven de adulto pueda llegar a tener una frutería, con esta determinación quien dudaría de ello.

Juan Ángel Salazar sí estudia solo que ahora está de vacaciones y negó que sus padres lo obliguen a hacerlo, él por su iniciativa se propuso apoyar en la economía familiar ya que en su familia no completan, limpiando vidrios de autos llega a obtener hasta 200 pesos y compite con su compañero por sacar más, también cuando estudia trabaja un rato, dijo ya que va a la escuela en la tarde.

A sus escasos 17 años, Manuel Alejandro Barrientos ya es padre de una niña de una semana de nacida, en las empresas aún no le dan trabajo por ser menor de edad, entonces se dedica a lavar carros afuera de un negocio, él ya tiene que ocuparse de mantener a una mujer y una niña.

Externó que en cuanto cumpla los 18 años pueda buscará trabajo en alguna empresa ya que tiene estudios de secundaria, por ahora tiene que sacar lo necesario para comprar pañales y otras cosas necesarias, “tengo que mantener a mi señora, dice con naturalidad”, se oye un poco raro viniendo de casi un niño.

La pobreza los agobia.

Virginia es otro caso, todos los días acompaña a su papá y sus otros hermanitos a los cruceros en donde el padre toca una trompeta algunas melodías, bajo el inclemente sol los niños más pequeños usan una sombrilla, ella vende muéganos a 20 pesos, en estos casos todo lo que se recauda es para mantener a la familia, es su modo de subsistir, su modus vivendi.

Los menores que trabajan están dispersos en la ciudad es por eso que la sociedad no se percata de ellos y en algunos casos trabajan bajo techo y lo más triste es que sin sueldo porque su apoyo se toma como obligación con la familia, ante esta situación algunos optan por buscarse una pareja y salirse del hogar.

Pero la solución no está en formar una familia cuando no se tiene la madurez para hacerlo, solo se generan círculos de pobreza, nacen más niños en situación de pobreza.

Urgen entonces medidas eficaces para sacar a los niños de la pobreza y que en lugar de estar trabajando estudien para que rompan el círculo y puedan aspirar a una mejor vida.

Artículos Relacionados